El Ayuntamiento de la Vall d’Uixó anunció ayer la incorporación a la plantilla de la Policía Local de cinco nuevos agentes que entran a formar parte de este cuerpo en calidad de funcionarios, dando un paso más en el objetivo del equipo de gobierno de dotar de mayor estabilidad a estos «trabajadores esenciales», como defendió ayer el concejal del área, Javier Ferreres.

En la actualidad, la ciudad solo tiene un interino entre sus 50 efectivos, y hay unas tres vacantes por jubilación y otras circunstancias «que queremos cubrir en cuanto se pueda». Porque, aunque esa plantilla supone una ratio aproximada de un agente por cada 630 habitantes --por encima de la media recomendada--, Ferreres indica que «el cálculo que tenemos es que el número idóneo para la Vall sería de 65 policías».

Hasta que se alcance ese propósito, eliminar el interinato ya supone un gran avance no solo por lo que respecta a la mejora de las condiciones laborales, sino porque «un policía interino no tiene la condición plena de agente de la autoridad», entre otras razones porque si no son funcionarios de carrera no pueden llevar un arma.

Estabilización en 9 años 

La estabilidad con la que cuenta en la actualidad la plantilla de la Vall no tiene nada que ver con la que existía en el año 2012, como defendió ayer el edil del área, cuando existía «mucho interinato». En este tiempo, en especial desde el 2015, se ha hecho un esfuerzo por revertir una deficiencia que provocaba «una distorsión a la hora de organizar el trabajo en la calle».

Dicho esto, Ferreres hizo un llamamiento a la juventud, invitándoles a contemplar como una opción laboral de futuro prepararse para ser policías locales. Entre las razones que esgrimió para defender su argumento, está la posibilidad que ofrece la actual ley valenciana desde hace algo más de un año, de prejubilarse a los 59 «si se cumplen una serie de requisitos». Según el edil, eso quiere decir que «van a generarse muchas vacantes» que habrá que cubrir. 

Aunque remarcó que esta es una de esas profesiones que requieren de un alto componente vocacional, hizo hincapié en la importancia social de su labor, la de «una policía cercano, de proximidad, que no tiene nada que ver con la imagen represora».