Tras más de un año lleno de incertidumbre, está claro que las Fallas del Covid’ no serán unas fiestas al uso. No obstante, entre la lista de actos irrenunciables en la programación festiva de Burriana estará ‘la plantà’, la ofrenda a la virgen de la Misericordia y la ‘cremà’ de los monumentos. 

Esta fue una de las cuestiones tratadas en la reunión celebrada anoche entre el Ayuntamiento de Burriana, Junta Local Fallera (JLF) y los representantes de las 19 comisiones donde además se debatieron las posibles alternativas tras la resolución de Generalitat de posponer la celebración de las fiestas josefinas al último cuatrimestre del año. Sobre la mesa, se planteó la última semana de septiembre o incluso la primera de octubre y, a lo largo de los próximos días, los presidentes recopilarán las opiniones de las comisiones para tomar una decisión final. 

Jarro de agua fría

La conclusión de Conselleria de Sanitat de permitir actos festivos solo a partir de septiembre cayó como un jarro de agua fría entre los falleros que priorizaban julio para evitar solaparse con las fiestas patronales de la Misericòrdia y así acabar cuanto antes el malogrado ejercicio de 2020. La concejala de Fallas y presidenta de la Junta Local Fallera (JLF), Sara Molina explicó que «vamos a seguir las recomendaciones de Sanitat pero es una complicación para las comisiones». 

El presidente de la Federació de Falles, Salvador Doménech informó que serán unas Fallas de mínimos con los actos ineludibles a los que habría que sumar la entrega de premios considerando en todo momento «estar al aire libre, el control de aforos y la distancia interpersonal». Se incorporará la figura de coordinador Covid en cada comisión y los espectáculos de pirotecnia controlados.