Los vecinos de Torre la Sal, en Cabanes, no se quedarán de brazos cruzados tras el órdago lanzado por Costas y aseguran que lucharán «con todos los mecanismos posibles» para no perder sus casas, muchas de ellas construidas hace más de un siglo. Es la oposición frontal que mantienen respecto a la polémica carta remitida por el Ministerio para la Transición Ecológica, que amenaza (de forma implícita) con derribar todas las edificaciones, ya que planea expropiarles sus hogares por encontrarse «en dominio público».

La medida afecta a unas 70-80 casas de este poblado marítimo, ya que no solo abarca las de primera línea, sino también las de detrás. La preocupación se nota en el ambiente, ya que algunas de esos inmuebles son la única residencia que tienen sus propietarios y se remontan a sus antepasados.

«Mi madre cumplió hace poco 95 años y toda la vida ha estado viniendo aquí, en casa de sus tías. Es un poblado con centenares de años, existe de forma ancestral. De hecho, en las recientes regresiones fuertes, en el último lustro, bajo de estas dunas, salieron las ruinas de una fila de casas que estaban delante». Así explica el presidente de la asociación de vecinos, Juanjo Agost, los antecedentes de este histórico grupo de casas.

Mercedes González reside en primera línea de playa. Eva Bellido

Critica que esta decisión de Costas obedece a un «un procedimiento confiscatorio» y advierte que sufren una «indefensión total». Y es que todos los afectados coinciden en lo «injusto» que es que solo les den un plazo de ocho días para presentar alegaciones.

"No entendemos por qué nos las quieren quitar"

«Vamos a luchar para que no nos quiten estas casas, aquí tenemos nuestras raíces, e iremos a abogados o donde haga falta con uñas y dientes. Esto es un poblado», relata Dori Ferrer, otra de las residentes. «Solo de pensar que nos puedan quitar las casas y dejarnos sin nada... Hay muchas personas que solo tienen esta vivienda. No entendemos por qué nos las quieren quitar», indica.

En lo que coinciden todos los vecinos también es en que Costas «nunca ha hecho ninguna actuación para poner solución a la regresión del litoral en esta playa». «Mientras en otras localidades turísticas han hecho espigones, aquí nada», lamentan.

Dori Ferrer es otra de las vecinas del poblado marítimo de Torre la Sal. Eva Bellido

Mercedes González (su casa era de sus bisabuelos), recuerda que cuando era pequeña para llegar al agua «había que caminar y caminar», no como ahora, que la tienen al lado. Y critica que hace 25 o 30 años que llevan reclamando actuaciones «y no lo han protegido». 

Reunión este viernes en Castelló

La alcaldesa, Virginia Martí, se reunirá este viernes en Castelló con los técnicos de Costas para conocer exactamente cuáles son los pasos y las intenciones del organismo gubernamental.