La empresa Becsa, adjudicataria de las obras del bulevar San Jaime de Almassora, ha iniciado la última fase de la reforma del vial, que cuenta con un presupuesto de 580.078,60 euros cofinanciado al 50% por los fondos Feder de la Unión Europea y el Ayuntamiento de Almassora. El consistorio cumple así sus previsiones para concluir la conversión de esta carretera en bulevar con cargo al ejercicio actual.

Las obras se extenderán durante 18 semanas y arrancarán en la acera sur del vial, tal como han comprobado esta mañana la alcaldesa, Merche Galí, y la concejala de Territorio, Carmina Martinavarro. En la zona ha comenzado el acopio de materiales por parte de los operarios y la señalización de seguridad para evitar accidentes mientras duren las obras, encaminadas a priorizar a peatones y a reducir la velocidad del tráfico.

La actuación cofinanciada por fondos europeos afecta a medio kilómetro de bulevar, que tras la reforma primará a peatones y ciclistas frente al tráfico rodado y aumentará la seguridad para todas las personas usuarias con la reducción de la velocidad y la reserva de carril bici. Así, el nuevo tramo se igualará a los ejecutados anteriormente en este vial y también en la calle San Luis hasta l’Alcora.

De esta forma, el departamento de Urbanismo ha diseñado un nuevo concepto de vial que reduce el tamaño de la calzada para ceder espacio a una zona ajardinada y aceras amplias que garantizarán también la accesibilidad de personas con discapacidad, carros de la compra y de bebé. No en vano, los más de seis metros de anchura del vial inicial se reducen para trazar un nuevo concepto de urbanismo en el que se impone la movilidad sostenible.

La configuración de la calle se transformará entre los cruces con Dos de Mayo y San Luis, el tramo donde se ensancha la vía, de manera que conecte con la reciente reforma de esta última calle. El carril bici se incorporará a la red de itinerarios ciclistas de Almassora mediante vía segregada y la calle mantendrá espacios para aparcamiento.

Pese al inicio de las obras, el acceso al punto de vacunación masiva en el centro social de San Felipe no se verá afectado en tanto que los operarios arrancan la intervención en la acera sur. Al tiempo, tanto el autobús urbano como vehículos privados están autorizados para parar momentáneamente en este espacio para acercar y recoger a pacientes junto al recinto sanitario. Alrededor de un millar de personas pasarán por San Felipe esta semana según las previsiones que maneja la Conselleria de Sanidad.