El Ayuntamiento de Almassora licita las obras del casco antiguo, conocido como la Vila, por 449.999 euros. Los trabajos, cofinanciados por fondos europeos FEDER y el consistorio, permitirán renovar 2.187,75 metros cuadrados durante un plazo de seis meses tras la firma del acta de replanteo. La actuación restringirá el acceso de vehículos a la plaza Mayor y su entorno para poner en valor su catalogación como Bien de Interés Cultural (BIC).

Tras la actuación en la calle San Joaquín y la plaza de la Iglesia en 2020, la intervención se centra ahora, al margen de la plaza Mayor, en las vías San Miguel, San Cristóbal, San Roque, San Juan, travesía Eiximeno y las calles Virgen de los Dolores y Virgen de la Luz. Las obras permitirán peatonalizar por completo el ámbito de la actuación y proyectar un único nivel en viales y ágora para eliminar las barreras arquitectónicas que suponen los bordillos.

Las empresas interesadas tienen 20 días naturales, a contar desde el siguiente a la publicación en el Perfil del Contratante, para presentar sus ofertas. Las labores seguirán el diseño marcado por el departamento de Urbanismo que proyecta un pavimento de piedra que ofrezca sensación de amplitud y siga el mismo código ya realizado en la primera fase para destacar datos que la población desconoce. Es decir, edificios catalogados, dotacionales y aquellos con interés arqueológico dispondrán de señalización específica.

Agua, luz y telefonía

La intervención renovará y completará la red de suministro de agua potable al sustituir las conducciones más antiguas de fibrocemento por otras de polietileno de mayor tamaño. La red eléctrica también dispondrá de canalizaciones entubadas subterráneas y arquetas en cada cruce de calles para eliminar cruces aéreos existentes cuando las compañías actúen, al igual que las empresas de telefonía.

Instalarán nuevo mobiliario que podrá retirarse en fiestas para facilitar la celebración de los actos programados

La red de drenaje de aguas pluviales y la adaptación de la señalización viaria se sumarán al nuevo mobiliario que podrá retirarse en fiestas para facilitar la celebración de los actos programados. Todo la actuación queda sujeta al seguimiento arqueológico por parte de los técnicos de la Generalitat.

«Licitar la segunda fase de las obras de la Vila significa cumplir con la palabra dada al vecindario, tantos años abandonado, para que su regeneración suponga una revalorización de las viviendas», indica la alcaldesa, Merche Galí.