Un verano más, los chiringuitos de Burriana arrancan la temporada como eje central del ocio nocturno local en la época estival. Lo harán este fin de semana, a pleno rendimiento, con una apertura de campaña marcada por la incertidumbre debido a las posibles variaciones en lo que se refiere a las restricciones en materia sanitaria de aforos, movilidad y horarios de apertura. Una inquietud que, según explican los empresarios, esperan que se disipen en las próximas semanas para tener más margen de beneficio. 

Hoy, a las 18.00 horas inicia su andadura el Moloko tras dar los últimos retoques al montaje de la instalación a pie de playa. Su gerente, Vicente García, afirma que, como todos los años, han trabajado a contrarreloj para iniciar con ilusión «el reencuentro con los clientes, que ya tienen muchas ganas de disfrutar del aire libre». 

Dudas por las limitaciones

Aunque todos los empresarios han preparado la temporada con mucho esmero, las dudas por las limitaciones que establezca la Generalitat emborronan el inicio de la campaña. Toni Tárrega, del Bonkivil, explica que «el horario reducido rebaja nuestro margen de beneficio entre un 30% y un 40% por lo que esperamos que se amplíe». 

En la misma línea se manifiesta Alejandro Tárrega, empresario a cargo del Bamba Beach Club y La Rocca, dos terrazas que, junto al QP, se han adelantado a recuperar la actividad. Esgrime que «espero que se aflojen poco a poco las restricciones, porque desde el ocio nocturno hemos demostrado responsabilidad en aplicar todas las medidas sanitarias vigentes».

Como novedad, el Ayuntamiento ha planteado que cada local tenga un coordinador covid que vele por el cumplimiento de la normativa y abrió la puerta a bonificar la tasa de terrazas según el desarrollo de la temporada.