A las puertas del verano y con la crisis sanitaria sin resolver surge de nuevo la incógnita sobre si se podrán celebrar festivales que reúnen a miles de personas. Por el momento, el Arenal Sound sigue en pie a la espera de lo que dictamine la Generalitat, aunque desde el Ayuntamiento de Burriana dudan de que la famosa cita musical pueda desarrollarse en las mismas condiciones de otros años. 

Es la respuesta que dio la alcaldesa, Maria Josep Safont, a la pregunta formulada por el periódico Mediterráneo en la rueda de prensa telemática celebrada ayer, en la que afirmó que «no tenemos constancia de que se pueda hacer el Arenal Sound como que se ha hecho en anteriores ediciones». 

La realidad es que las nuevas restricciones establecidas por el Consell permiten eventos de hasta 4.000 personas al aire libre, muy lejos de las cifras que el festival burrianense consigue congregar en el recinto de conciertos. 

Y es que, en último término, la competencia para autorizar el certamen queda en manos de la Administración autonómica. En esta línea se manifestaron desde la promotora en declaraciones a este rotativo, afirmando que «la fecha está fijada, el cartel organizado y las entradas vendidas, pero estamos a expensas de saber cómo evoluciona la situación».

La previsión es que la cita se desarrolle del 27 de julio al 1 de agosto con un cabeza de cartel de talla internacional como Daddy Yankee. Aun así, todo estará condicionado a si amplían los aforos o si se puede acampar en el recinto; en definitiva, saber si se permite un festival con libre movimiento. «Por nuestra parte hay margen de maniobra, pero necesitamos que se flexibilicen mucho más las medidas para que un festival como el Arenal Sound sea una realidad». 

Contradicción

Son muchos los ayuntamientos que cuentan con una programación alternativa estival, como Benicàssim o Peñíscola. Safont aseguró no haber tenido contacto alguno con The Music Republic, promotora del Arenal Sound, para realizar algún tipo de evento de pequeño formato.

Sin embargo, desde la empresa contradicen estas declaraciones al afirmar que «hace meses enviamos una propuesta al consistorio y hemos tenido contacto con algunos ediles para realizar conciertos durante las primeras semanas de septiembre». Se trata de algo similar al ciclo de actuaciones de la Misericòrdia 2020, aunque alejado de ser un macrofestival.