En cuestión de un mes la Vall d'Uixó ha dado por solucionado el problema medioambiental que provocó el desprendimiento de un talud del vertedero de Garrut, como consecuencia de unas lluvias torrenciales que provocaron el deterioro de una parte de la montaña que cubre los restos allí acumulados. A pesar de que las obras debían haber comenzado hace meses, tras iniciarse la adjudicación en octubre del 2020, en cuanto la empresa ha comenzado a trabajar ha cumplido con las tareas previstas en apenas cuatro semanas y solo quedará la consolidación del camino de acceso a esta parcela.

Esta mañana, la alcaldesa de la ciudad, Tania Baños, y el concejal de Sostenibilidad, Fernando Daròs, han realizado una visita a la zona donde el consistorio ha tenido que invertir algo más de 100.000 euros del presupuesto municipal para asegurar la zona y colocar la malla de biotextil que garantizará que este problema no vuelva a producirse, con sus contaminantes consecuencias.

La intervención ha consistido, básicamente, no solo en rehabilitar el talud afectado, sino también en crear una canalización a través de la colocación de rocas y hormigón para conducir el arrastre de las aguas de lluvia, de manera que se prevenga un resultado semejante en el futuro y que todas las escorrentías que se produzcan, «en vez de ir a la base del talud, vayan diectamente al barranco, evitando así el desgaste», asegura Daròs.

El proyecto ha incluido la construcción de una escollera que frenará y canalizará las escorrentías del agua cuando se produzcan lluvias torrenciales MÒNICA MIRA

La alcaldesa ha incidido en el hecho de que «es importante venir y que la gente sepa en que se invierte el dinero público». Ha remarcado que esta «es posiblemente la inversión más importante por cantidad de presupuesto del 2021» y aunque no es tan visible como otro tipo de proyectos, «era imprescindible».

Mantenimiento municipal por 30 años

El Ayuntamiento, tras la clausura del vertedero en el año 2008 por parte de la Generalitat valenciana, tiene la obligación de mantenerlo durante un periodo de 30 años. Daròs asegura que periódicamente se realizan tareas de supervisión, para lo que se cuenta con el servicio de una empresa especializada, que revisa niveles de acumulación de gases y de lixiviados --los líquidos que genera cuando llueve la basura en su descomposición--, pero cuando se producen incidencias como el desprendimiento del talud comentado, es imprescindible invertir.

El Ayuntamiento intervino de urgencia cuando se produjo el desprendimiento y desde entonces, como asegura el edil de Sostenibilidad, no ha vuelto a producirse el mismo problema

Cuando en su día se produjo esa caída de basura, esta llegó al barranco que limita con el vertedero, por lo que existía la advertencia de la Confederación Hidrográfica del Júcar de solucionar cuanto antes el problema, o se establecerían sanciones. En primer instancia fue el Ayuntamiento el que intervino para asegurar la zona e impedir que los residuos estuvieran expuestos, «y desde entonces no ha vuelto a pasar nada parecido», pero insiste en que resultaba inevitable realizar este proyecto de consolidación.

Como han asegurado desde la empresa, los plazos se han acortado tanto porque así lo habían planificado y las circunstancias han sido favorables. En las próximas semanas se actuará sobre el firme del camino que atraviesa el vertedero clausurado y las obras se darán por completamente finalizadas.

En cuestión de un par de semanas, la empresa tiene previsto dar por concluidas las obras, tras la consolidación del camino de acceso. MÒNICA MIRA

Precisamente la alcaldesa ha destacado que no solo era necesario invertir por las consecuencias que futuros desprendimiento podrían tener para el entorno natural, sino porque además, el vertedero clausurado se encuentra en uno de los entornos más emblemáticos del municipio, con diferentes rutas senderistas muy frecuentadas.