Cuando los escolares del colegio Rosario Pérez de la Vall d’Uixó se incorporen a las clases el próximo curso, de cumplirse las previsiones municipales, ya habrán completado las obras de dignificación en los accesos de la puerta auxiliar habilitada para el uso diario del alumnado de Infantil, dentro de los protocolos covid del centro, y que no presentaban las mínimas condiciones de seguridad.

En la actualidad, la acera prometida a la Asociación de Vecinos de Carbonaire y Adyacentes y a la comunidad escolar ya está urbanizada, pero falta asfaltar el vial y el entorno inmediato, donde existe una acequia, «que no se puede cubrir», como explicaron «en su momento», recuerda el concejal de Urbanismo Javier Ferreres.

Plan de asfaltado

Crear una acera en condiciones donde no existía ya ha supuesto un cambio sustancial respecto de la situación previa. El edil remarca que «delimita la confluencia entre el casco urbano y la zona rústica de montaña», aparte de habilitar, precisamente, una clara separación «entre la calle y la acequia que recoge las escorrentías del monte».

El proyecto incluía también una ampliación del bordillo del lado apuesto del vial, que ha pasado a tener 1,5 metros «para hacerla más accesible», señala Ferreres.

Desde el consistorio aseguran que, a día de hoy, está en proceso de licitación el Plan de Asfaltado correspondiente al 2021, en el que, entre otras calles, se ha incluido esta zona del Carbonaire. La previsión inicial es que se acometan los trabajos de renovación del firme «a principios de verano», de manera que todo apunta a que en el mes de septiembre el proyecto esté completamente rematado.

Y esta no es la única mejora anunciada por la Administración para este colegio. La Conselleria de Educación confirmó recientemente su intención de aprobar la cesión del plan de reconstrucción del colegio en el 2021, incluyéndolo en Edificant, de manera que, a corto y medio plazo, se verán cumplidas dos reivindicaciones históricas de este barrio de la ciudad.