La empresa Añil Servicios, Ingeniería y Obras iniciará en julio las obras del colegio Embajador Beltrán. Así lo acordaron técnicos, redactores del proyecto, arquitectos y constructora en una reunión presidida por la alcaldesa de Almassora, Merche Galí, para perfilar las claves de una ejecución "compleja” por la necesidad de compatibilizar los trabajos con la actividad académica a partir del mes de septiembre.

“La empresa, en la que confiamos plenamente porque fue la encargada de terminar la obra del Regina Violant y fue capaz de reducir los plazos, tiene preparado todo el dispositivo para comenzar con el derribo de las viviendas de maestros y la ocupación de la calle Santo Tomás mientras el alumnado da clase en el edificio actual”, ha señalado la primera edila.

Esta ejecución por fases obliga a prever “multitud de cuestiones técnicas como la necesidad de combinar las instalaciones eléctricas de la obra con el suministro para el colegio”, según la misma parte. Por ello, el equipo municipal de Urbanismo e Ingeniería cierran los detalles del inicio de obra para que la comunidad educativa comience el nuevo curso en septiembre “con toda la seguridad y buenas condiciones”.

Los técnicos de la empresa ya han visitado la zona para valorar este dispositivo y arrancar un cronograma de trabajo de 12 meses de ejecución con cargo a un presupuesto de 4.945.112,42 euros del plan Edificant. La próxima semana lo harán los responsables de la Dirección Territorial de Educación para valorar la mejor ubicación del patio temporal mientras duren las obras.

Características del futuro edificio educativo

El nuevo edificio de Embajador Beltrán contará con seis unidades de Infantil, 12 aulas de Primaria y un comedor con capacidad para 360 escolares repartidos en turnos. El centro educativo ocupará un espacio total de 5.700 metros cuadrados tras sumar el espacio resultante del derribo de las antiguas viviendas de maestros.

La complejidad de la ejecución por compatibilizar los usos del recinto contrasta con el proyecto del colegio Santa Quitèria, cuyas obras arrancarán esta semana con la firma del acta de replanteo. Su comunidad educativa continuará la actividad en los barracones mientras la empresa Civicons alza la edificación en la calle Derechos Humanos durante un plazo aproximado de nueve meses.

“Tener dos colegios en obras al mismo tiempo es un reto, pero también el compromiso más evidente de nuestra apuesta por tener unas infraestructuras educativas de calidad y dejar atrás la etiqueta heredada de ser el municipio de la provincia con más barracones”, en palabras de la alcaldesa.