Sin agua potable de condiciones óptimas ni en Orpesa ni en Benicàssim. La incidencia de la que alertó este miércoles el Ayuntamiento de Orpesa sobre el aumento de la turbidez del agua se ha extendido este jueves a la localidad vecina, que ayer hizo también la misma recomendación de no beber agua del grifo ni usarla para la preparación de alimentos hasta nuevo aviso.

La última actualización la aportó este jueves por la noche el consistorio de Benicàssim, que, cerca de las 23.00 horas, informó de que los parámetros del agua potable ya presentan «valores normales», pero que, «por prevención», siguen aconsejando a los residentes no consumirla, a la espera de que la Conselleria de Sanitat les facilite más información.

Comunicados por redes

Los dos ayuntamientos, que utilizaron las redes sociales para dar a conocer la evolución del problema a través de sendos comunicados casi idénticos, aclararon que «no existe riesgo para la salud» y que la medida se tomó por precaución, tras haber salido mal las analíticas en la desaladora (ubicada en Orpesa) que suministra a ambos municipios costeros.

La alcaldesa de Orpesa, María Jiménez, puntualizó que los porcentajes de los minerales no habían salido como corresponde. «No es perjudicial para la salud, sino Sanitat hubiera decretado el agua no potable y no es el caso, por lo que trabajan para equilibrar los minerales», argumenta.

El agua que llega a las casas de Orpesa es 100% desalada en gran parte del término, a excepción de la zona sur (urbanizaciones Platgetes, Torre Bellver y Colomera), que proviene de Benicàssim. En esta población, sin embargo, el líquido que llega a las viviendas es «diluido, una mezcla entre la desalada y la de los acuíferos», apuntó la munícipe, Susana Marqués.

La primera edila benicense concretó que el problema se deriva de un mal funcionamiento en la desaladora, concretamente, respecto a los parámetros de turbidez del agua, por «alguna alteración en la dosificación de la cal» a la hora de desalar el agua. El Ayuntamiento de Benicàssim fue conocedor de la incidencia este jueves a las 15.00 horas, cuando recibió la alerta desde Sanitat, ya que la alcaldesa matizó que no recibieron «ningún aviso ni contacto por parte de la desaladora».