Los menores de los barrios de Corell, Fátima y alrededores, en Almassora, estrenarán su colegio en el curso escolar 2022-2023. Esos son los plazos previstos para finalizar la construcción del colegio Santa Quitèria. Las obras comenzaron ayer con el traslado de maquinaria y material de obra, además del vallado de seguridad del recinto con el fin de salvaguardar la zona. La nueva edificación permitirá retirar los barracones instalados desde 2010 junto al campo de fútbol José Manuel Pesudo.

El centro educativo cuenta con un presupuesto valorado en 3.882.163,23 euros, a cargo del plan Edificant de la Conselleria de Educación. La empresa Civicons es la responsable de la construcción del nuevo edificio ubicado en la calle Derechos Humanos. La alcaldesa de Almassora, Merche Galí, el teniente de alcalde, Javier Mollá, y la concejala de Educación, Raquel Barberá, han estado presentes esta mañana en la firma del acta de replanteo de las obras. Responsables de la empresa adjudicataria, arquitectos, directores de la obra y personal del consistorio han acompañado a los miembros del equipo de gobierno al inicio de los trabajos. La constructora extenderá sus labores hasta el 2022.

El Santa Quitèria contará con una superficie total de 5.041,70 metros cuadrados, con tres unidades de Infantil, seis de Primaria y un comedor con capacidad para 180 comensales repartidos en dos turnos.

El colegio dispondrá de pistas deportivas en el lateral del recinto, un huerto escolar, espacio para juegos cooperativos y de fomento hacia el medio ambiente y zonas reservadas a administración. Las grandes cristaleras tendrán mucho protagonismo en el edificio y permitirán modernizar un enclave situado entre los barrios de Fátima y Corell.

La representación del equipo de gobierno ha podido comprobar hoy el inicio de las obras con el traslado de maquinaria y material de obra. Además, los operarios han iniciado el vallado de seguridad del recinto con el fin de salvaguardar la zona. Esta construcción permitirá cambiar la fisonomía del barrio y la reordenación del entorno.

Por último, las calles adyacentes al espacio escolar también protagonizarán una reestructuración con la integración de una pista ciclista BMX valorada en 120.000 euros y que contará con la cofinanciación de los fondos Feder de la Unión Europea. “El cambio en el barrio será drástico y muy positivo: desaparecen los barracones y el edificio 167 y aparecen un colegio nuevo y una pista ciclista”, ha declarado la alcaldesa, Merche Galí.