Betxí inició ayer los trabajos de adecuación de la explanada de la Muntanyeta de Sant Antoni para hacerla 100% accesible. El Ayuntamiento adjudicó la reforma de la cumbre por 340.000 euros, unos trabajos a los que optaban nueve empresas. Este proyecto, para el que solicitaron una subvención del 50% del coste al Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), consiste en la nivelación de la explanada exterior de la ermita, haciendo así el entorno totalmente accesible.

De este modo, una vez finalizados los trabajos, se podrán organizar actos culturales, musicales y festivos en la Muntanyeta, un símbolo para la población betxinense. Las tareas se compaginarán con la actividad del restaurante que presta servicio en la zona. 

Actualmente, la plataforma en la que recae la ermita presenta importantes resaltes en el pavimento, que generan muchas caídas y tropiezos a los usuarios, por lo que adecuando la pavimentación y sustituyendo la actual por adoquín de acabado liso evitarán el riesgo de caídas en la zona.

La actuación incluye un itinerario cicloturista desde la población hasta la misma cima, lugar privilegiado por sus vistas sobre la comarca de la Plana Baixa. Y supondrá la mejora del pavimento del camino de las Vinyes y de Mascarell, una de las vías más largas del término de Betxí. También instalarán paneles informativos de la Muntanyeta y el entorno, de modo que el plan arquitectónico incluirá aspectos culturales y geográficos de este punto.

Listas en cuatro meses

El plazo de ejecución de los trabajos finalmente es de cuatro meses y no ocho, por lo que el alcalde, Alfred Remolar, mostró ayer su satisfacción por iniciar las obras «en tiempo y forma», lo que permitirá que estén concluidas para Sant Antoni del 2022, que era el principal objetivo del equipo de gobierno.