Los municipios que se encuentran en la Serra d’Espadà consideran que la posible reintroducción del lince ibérico en este parque natural puede ser un gran revulsivo turístico para la zona, ya que la búsqueda y visualización de alguno de estos ejemplares sería un nuevo atractivo para visitantes de la provincia e, incluso, de la Comunitat y del resto de España.

Las 19 localidades que engloba el Espadà ven con buenos ojos la probable presencia de nuevo en este espacio de este felino. Una medida cuya viabilidad se estudia actualmente desde la facultad de Veterinaria de la Universidad CEU Cardenal Herrera de València, que realiza prospecciones en esta sierra castellonense, con la mirada puesta en soltar 50 ejemplares.

El presidente de la Mancomunidad Espadà-Mijares y alcalde de Tales, Vicente Prades, señala que «si el proyecto sirve para enriquecer de fauna, pienso que es perfecto porque cuanta más diversidad mejor, pero hay que pensar que este proyecto de reintroducción del lince Ibérico, que me parece interesante porque todo tiene cabida, debe ir acompañado de un informe que avale su bienestar en la zona, es decir, que tengan alimento suficiente para sobrevivir».

Por su parte, Vicente Sorribes, presidente del Club de Cazadores San León de Eslida, teme que estos animales no tengan suficiente comida en la zona. «Los 30 miembros de este club nos encargamos de acceder al parque natural para depositar alimento y agua para las perdices y demás especies que conviven en este espacio, pero es que los linces se alimentan de conejos y pensamos que la densidad poblacional de estos es muy baja, por eso reitero que lo que no nos gustaría es que se soltasen las 25 parejas y después fuera un problema el que pudieran convivir. Además, hay áreas del paraje que tienen la arboleda baja muy tupida y dificultan el acceso, y eso para el lince puede ser un problema».

Tráfico

Asimismo, Sorribes advierte de la existencia de carreteras que «aunque no tienen mucho tráfico, son escenario de atropellos de zorros y jabalís, por lo que confiamos que el informe recoja todos los aspectos que configurarán si es o no una zona idónea».

Respecto a la proyección turística que supondría para la Serra d’Espadà, el mundo del ocio y la restauración, también lo ven de manera muy positiva, porque este atractivo se transformaría en un revulsivo económico en todos los municipios de esta área natural.

Vicente Pitarch, del bar Paquita de Eslida, expresa su convencimiento de que la introducción de estos felinos «atraería a muchas personas interesadas en poder verlos y eso redundaría en un mayor número de visitantes, propiciando un aumento en el apartado de la restauración, que buena falta nos hace después de la pandemia del coronavirus».

Y añade: «Ojalá que puedan introducirse las parejas de linces ibéricos porque afectaría muy positivamente a todos los establecimientos hosteleros, con la llegada de más clientes, incluso de gente que no conocen este rincón». 

"No son peligrosos"

Especialistas aseguran que el lince ibérico es un felino que no tiene registro de conflictos con las personas. El parque natural de Doñana o de la Sierra de Andújar, que cuenta con gran densidad poblacional, son ejemplos de esa ausencia de problemas y cada año son miles las personas que van a observarlos.

Víctor Lizana, coordinador del proyecto denominado VialLynx, señala que «el lince ibérico siempre muestra curiosidad cuando hay presencia de personas, pero nunca ataca». Es por ello que, por ejemplo, los senderistas que realizan rutas por la Serra d’Espadà, «no deberían tener temor por la presencia de este animal».