«Que sean bien visibles en los municipios y en las casas estos azulejos, por un mundo mejor sin explotaciones, odio ni violencia». Así se expresó ayer la consellera de Participació, Transparència, Cooperació i Qualitat Democràtica, Rosa Pérez Garijo, que entregó en l’Alcora los Taulells de la memòria a familiares de 15 víctimas del holocausto, en el campo de exterminio nazi de Mauthausen, procedentes de seis municipios de Castellón.

La Real Fábrica fue el escenario del emotivo acto, bajo el lema Construim Memòria, que cuenta con el patrocinio de la Generalitat y la colaboración del Ayuntamiento de l’Alcora. «A través de los Taulells de la memòria, con los nombres de los ajusticiados en los campos de concentración, queremos hacer justicia a la memoria de personas con nombres y apellidos y hacemos nuestras unas biografías que son auténticas lecciones de vida», señaló la consellera.

Los homenajeados fueron José Bellés, Jaime Icart, Juan Pallarés, Federico Gozalbo, Antonio Montoliu, Enrique Tena, Miguel Chiva, José Pérez, Juan Rubio, Alejandro Folch, José Robres, Vicente Ferrer, Antonio Gascón, Vicente Gozalvo y Vicente Herrero, de l’Alcora, Costur, Llucena, Vistabella, les Useres y Atzeneta.  

«600 valencianos fueron víctimas de los campos del terror nazi y tenemos una deuda con ellos, la deuda del reconocimiento a su sacrificio y, sobre todo, la obligación de continuar la lucha que ellos sostuvieron», puntualizó Pérez.

De las 15 víctimas de la comarca de l’Alcalatén, 11 murieron y 4 se salvaron. Precisamente, en el acto hablaron familiares, como Vicente Gascón, hijo del alcorino Antonio Gascón, ya fallecido, que acudió desde Francia. «Debemos contarlo para que no se olvide y no vuelva a suceder», destacó.

En este sentido, el alcalde de l’Alcora, Samuel Falomir, señaló que «a medida que mueren los últimos supervivientes de los campos de concentración, el recuerdo del holocausto parece ir diluyéndose en la memoria colectiva». «No podemos permitirlo, pues olvidar sería una segunda muerte para las víctimas».