«Es impresionante, algo exagerado». Así califica la Unió de Llauradors el aumento de garrapatas en diversas localidades de la Plana Alta, como Vilanova d’Alcolea y Torreblanca. La presencia de estos ácaros es tal en algunas zonas que «se pueden ir cogiendo a puñados», como asegura Rubén Vinuesa, técnico de esta organización agraria en la comarca.

La existencia de una superpoblación «incontrolada» de conejos es el principal factor del incremento de garrapatas detectado este año, no solo en los campos de cultivo y zonas rurales, sino también en las inmediaciones del casco urbano.

Todo ello ligado a la proliferación de la vegetación por las abundantes lluvias de primavera, a un menor mantenimiento de espacios verdes en el estado de alarma en los últimos meses, y al abandono de fincas, que también explican una mayor existencia de ácaros respecto a otros ejercicios.

De hecho, Vinuesa muestra su preocupación por la elevada presencia de conejos en términos de Torreblanca o la Ribera de Cabanes, uno de los principales focos de la provincia, pues asegura que, en apenas dos años, «la población se ha multiplicado por 15».

«Es insostenible, los cazadores están desbordados con las variedades existentes, que se reproducen más durante el año y ya no queda ningún depredador en la zona», manifiesta este representante de la Unió, quien confía en que la temporada de caza con perros, que se iniciará a mitad de julio, sirva para frenar este aumento de la población y, con ello también, los daños a campos y cultivos de la zona.