El Ayuntamiento de Vinaròs sigue pagando un millón de euros anuales por la adquisición de 2,5 millones de m² de fincas de secano que nunca se han utilizado. La finalidad de esta compra, que tuvo lugar en el 2008 con el PSOE y PVI en el gobierno local, era crear suelo industrial público para atraer grandes empresas y crear puestos de trabajo en la zona de Soterranyes. No obstante, el proyecto contó con la oposición de la asociación de propietarios y de diferentes grupos ecologistas, ya que ambos colectivos pedían la preservación de la fauna y flora protegida del lugar en cuestión.

Tras la adquisición de los terrenos, la Dirección General de Patrimonio de la Conselleria de Cultura dictaminó que no podía ejecutarse el plan en el 75% de la superficie comprada debido a la necesidad de conservar las construcciones de piedra en seco, así como una especie protegida de orquídea que existe en este lugar. 

Debido a la multitud de impedimentos medioambientales, el planeamiento lleva años paralizado, por lo que la propia Conselleria lo archivó en abril del 2017 (con el actual alcalde, Guillem Alsina, formando parte del equipo de gobierno del PSOE y TSV), al haber caducado el plan especial de este supuesto polígono. Argumentaron que el consistorio no remitió la documentación requerida ni solicitó una prórroga. Aun así, el Ayuntamiento en el 2022 habrá pagado 12,5 millones de euros por estos terrenos inutilizados que acumulan 13 años paralizados. 

Desde que el plan del polígono se archivó, han sido muchos los intentos del ejecutivo local de reactivar al menos la primera fase, que abarca 648.000 m², de los que aproximadamente 260.000 serían edificables. Inicialmente, esta superficie no está afectada por impedimentos técnicos ni medioambientales, aunque sería necesario volver a iniciar la tramitación para conseguir la calificación de suelo industrial. 

Discrepancias en el equipo de gobierno actual

En el equipo de gobierno actual del PSOE y Totes y Tots som Vinaròs (TSV) existen distintos puntos de vista sobre cómo actuar a partir de ahora con el plan enquistado. El grupo socialista ha intentado realizar gestiones con la Generalitat para reactivar el expediente y desarrollar el proyecto, mientras que TSV no es partidario de esa opción, como ha quedado patente en los plenos.