Vinaròs despidió ayer con un castillo de fuegos artificiales en la playa del Fortí la Fira i Festes de Sant Joan i Sant Pere 2021, que se ha caracterizado por haber sido una celebración todavía atípica, después de la parálisis del pasado año debido a la pandemia. Todo el ciclo de actividades desarrolladas han seguido la normativa sanitaria para evitar contagios de covid.

La última jornada festiva tuvo como actos principales la misa solemne en honor a San Pedro en la iglesia de Santa Magdalena, oficiada al mediodía por mosén Cristóbal Zurita, con presencia de la corte de honor al completo, autoridades, cabildo y público en general. 

Por la tarde tuvo lugar el concierto de fiestas de la escuela de música ESMUVI en la carpa de fiestas, así como el festival del gimnasio Gentsana en el Vinaròs Arena. Tras estas citas, llegó el momento de disfrutar del concierto de música tradicional a cargo de la rondalla vinarossenca Mar i Terra, en la carpa del Atlántico, y a medianoche Pirotecnia Tomàs cerró los diez días festivos con el castillo de fuegos artificiales. 

La agenda, pese a la pandemia, ha sido completa para los representantes festivos que han tenido como novedad, por primera vez en la historia, a un rey infantil, con Alexandru Negreanu, del colegio Misericordia, y a Jénnifer Polo Diego como reina mayor, de la Societat de Caça Sant Sebastià. 

No ha faltado la polémica, con la llegada de la Flama del Canigó. El PP pidió la dimisión del alcalde, Guillem Alsina, por «amparar al independentismo» en esta cita.