Desde julio del 2020, con la reactivación del turismo, hasta ayer mismo, les Coves de Sant Josep de la Vall d’Uixó han recibido unos 105.000 visitantes. Si bien no es la cifra de venta de entradas que caracterizó a las temporadas previas a la pandemia, fuentes consultadas confirman que es la única cavidad de estas características de todo el territorio nacional que ha logrado mantenerse abierta todo este tiempo de cuantas pertenecen a la Asociación de Cuevas Turísticas Española (ACTE).

La razón es el establecimiento, desde el primer día, del plan especial de seguridad recomendado por el Instituto Geológico y Minero de España (IGME). Emblemas del turismo subterráneo como la Cueva de Nerja (Málaga) o la de las Maravillas (Huelva), entre otras, "han tenido que permanecer cerradas durante varios periodos por no poder aplicar las medidas".

Emsevall, que inició recientemente una nueva etapa de autogestión --los ingresos por la venta de entradas revierten en el mismo paraje y en la empresa pública--, implantó una reducción de los aforos --adaptado en cada momento a la normativa sanitaria--, con reducción de número de visitantes y barcas por turno, lo que generó una sensación de seguridad entre los turistas que motivó que siguieran llegando, en especial tras levantar el cierre perimetral.

Los buenos resultados obtenidos, pese a todo, han convertido a les Coves en ejemplo de destino seguro, razón por la cual la gerencia ha sido invitada a participar en septiembre en las Jornadas de Cuevas Turísticas, donde explicarán el sistema establecido.