Un total de 36 denuncias por botellones ha interpuesto los agentes durante la primera quincena de julio en Benicàssim, principalmente en la zona de playa y estacionamientos públicos. Es un dato que se ha dado a conocer este viernes por la mañana durante la celebración de la junta local de seguridad ordinaria.

El encuentro estuvo copresidido por la subdelegada del Gobierno, Soledad Ten; y la alcaldesa, Susana Marqués, en una reunión que tenía como objetivo poner en común las actuaciones llevadas a cabo durante las primeras semanas de la temporada estival. 

La propia alcaldesa confía en que el toque de queda establecido por la Generalitat de 1.00 a 6.00 de la madrugada «minimizará el impacto del botellón de forma considerable».

Así, en la junta analizaron las actividades realizadas hasta el momento, así como las programadas, siempre primando la seguridad y el control de las medidas sanitarias. Por parte de las fuerzas de seguridad propusieron la utilización de espacios abiertos y acotados donde se pueda llevar a cabo un mejor control del aforo, desestimando así algunos lugares que puedan generar aglomeraciones. 

También valoraron positivamente, como medida anticovid, el corte de tráfico de Santo Tomás y avenida Castellón, que continuará estando vigilado por patrullas de la Guardia Civil y la Policía Local para mantener el control.