La Serra d'Espadà será un espacio clave como corredor de paso para el lince ibérico, pero no es una zona idónea para reintroducir esta especie felina propia de la Península Ibérica. Así lo determina el estudio realizado por los investigadores del grupo Saigas, de la facultad de Veterinaria de la Universidad CEU Cardenal Herrera de València, después de las prospecciones realizadas en los últimos meses en diferentes puntos del parque natural, en el marco del proyecto VialLynx.

La escasez de conejos, como fuente notable en la alimentación de los linces, es el principal obstáculo para que la Serra d’Espadà no se considere óptima para la suelta de parejas de animales.

Con todo, su extensión, su localización y su escasez de infraestructuras le proporcionan el suficiente atractivo para que sea un espacio clave para proporcionar seguridad a las poblaciones de Lynx pardinus a la hora de facilitarles el paso desde las colonias de este felino ya existentes en el sur de la península --Doñana y Sierra de Andújar--, y las provincias manchegas de Albacete y Cuenca con aquellas que se puedan establecer o reintroducir en el norte, especialmente en las áreas de Lleida y Bajo Ebro, en base a los resultados de los estudios que se llevan, de forma paralela, por las organizaciones Crew Foundation y CBD-Hábitat, del proyecto Lynxcatara.

Optimismo para la reintroducción en otra zona de Castellón

Sin embargo, el grupo de investigadores del programa VialLynx, sí que abre las puertas a que la Sierra Calderona, concretamente el área occidental que abarca los términos municipales de Segorbe y Altura, pueda ser un lugar adecuado para la introducción del lince, por cuanto los primeros estudios señalan que allí hay una densidad de conejos suficiente. Aún así, advierten que «todavía es pronto para hacer una valoración precisa, ya que las prospecciones llevadas a cabo hasta ahora solo abarcan una superficie de 10 kilómetros cuadrados».

Y es que, precisamente, para que resulte viable la recuperación de estos felinos salvajes en una zona concreta se necesita una importante población de lepóridos. Según Eva Chillida, una de las investigadoras del proyecto de la Universidad CEU Cardenal Herrera, «la presencia de conejo en la Serra d’Espadà es prácticamente anecdótica, incluso en aquellas áreas que podrían considerarse más propicias para ellos».