Un nuevo municipio se suma a la lista de los pueblos que durante los últimos días han sufrido varios actos vandálicos. Después de Vilafamés, Figueroles y Geldo ahora se añade Llucena, donde en esta última semana quemaron un contenedor de basura en la plaza mosén Baltasar Gallén Olaria.

"Después de encenderlo lo empujaron por una cuesta y éste chocó contra la puerta del CEDES que tiene la Diputación Provincial en la localidad", relata un vecino, quien además añade que "podría haber sido una catástrofe si el contenedor toma otra dirección y cae en un matorral donde existe abundante vegetación". A este acto se añade también el protagonizado en la calle José María Puigdellivol de Llucena. Donde existe un edificio cuyas obras no concluyeron hace años y donde los protagonistas de este tipo de actos rompieron el tapiado de las ventanas y accedieron a su interior, rompiendo cristales. Los restos hallados en una sala hacen pensar que fue utilizada "para una noche de botellón".

El contenedor quedó totalmente calcinado frente a la puerta de CEDES. Mediterráneo

A estos dos actos vandálicos se suman la rotura de puertas en unos corrales ubicados en Las Eras y también el acceso en horario de cierre de la piscina municipal, a las instalaciones de la misma. Desde el propio consistorio "solicitamos la colaboración de todos los vecinos porque en el caso de que se detecten actitudes o comportamientos extraños en zonas públicas o en instalaciones, lo pongan en conocimiento del ayuntamiento o directamente informen a la guardia civil". Y añaden: "este tipo de actos no sólo suponen un peligro para la seguridad, sino que además cada acto incívico lo acabamos pagando entre todos los vecinos".