Con el respaldo institucional del Ayuntamiento de la Vall d’Uixó, la Comunidad de Regantes de la localidad aprobará el próximo lunes en una asamblea general --salvo imprevistos--, realizar la aportación del 20% de la inversión necesaria para construir una nueva balsa de riego que garantizará el uso del 100% del agua que genera la depuradora municipal, un proyecto aplaudido por la alcaldesa, Tania Baños, y el concejal de Sostenibilidad, Fernando Daròs, porque garantiza una evolución hacia la eficiencia agrícola.

El único municipio de la provincia de Castellón que ha conseguido la ayuda del Seiasa --dependiente del Ministerio de Agricultura-- para recibir financiación europea para la modernización de los regadíos llevaba años demandando inversiones para solucionar el problema de la carencia de infraestructuras hídricas suficientes para sus necesidades, un objetivo para el que ahora pueden dar «un paso más», gracias a casi tres millones de euros que recibirán para construir una balsa que deberá estar ejecutada antes de que acabe 2023, destacó el presidente de la entidad, Vicente Ambou.

El proyecto garantiza la sostenibilidad de principio a fin, como informó Ambou y ratificó el concejal, Fernando Daròs. La balsa no solo permitirá almacenar toda el agua que genera a diario la depuradora. Además, utilizará la energía solar para el bombeo y contará con sistemas de tratamiento para cumplir con los requisitos europeos de calidad más estrictos.

Agua perdida

Con las actuales infraestructuras --una balsa con una capacidad de almacenamiento de cuatro días para el agua de la depuradora--, cada vez que se sale el río de Sant Josep cuando se producen lluvias torrenciales «podemos llegar a perder 600.000 metros cúbicos, por no poder almacenarla», pese a ser de mayor calidad, según lamentó ayer Ambou. 

La nueva construcción será el destino de las aguas depuradas, de manera que la más pequeña podrá retener la del río cuando sea necesario, por lo que habrá más cantidad y también más calidad o mejor precio a disposición de los agricultores. Algo que, como indicaron la alcaldesa y el edil «beneficiará a toda la ciudad a la larga», pues la Comunidad General de Regantes podrá llegar a acuerdos para que todas las sociedades puedan optar a utilizar estos recursos de una manera más eficiente.