Con el máximo aforo permitido completo y ganas de disfrutar, tras un año en blanco, la 42ª edición del Aplec dels Ports llega a su recta final en Forcall con buenas sensaciones entre público y organizadores a pesar de las limitaciones que han llevado, por ejemplo, a prescindir de la zona de acampada. 

De hecho, Yolanda Miralles, una de las integrantes de la comisión responsable de este evento, quiso destacar «el cumplimiento de las medidas de seguridad, como el uso de las mascarillas, y de la prohibición de bailar». Las restricciones para minimizar posibles contagios covid son tal que la organización recuerda a través de sus redes sociales que, entre otras normas, no está permitido levantarse a la barra puesto que quien lo requiere «es atendido por camareros voluntarios, por lo que intentamos tener todos paciencia».

Implicación ciudadana

Los promotores del Aplec también mostraron su agradecimiento a los vecinos de la localidad anfitriona por la colaboración prestada tanto que incluso de los cuatro bares que existen en el municipio, solo uno ha abierto sus puertas estos días para evitar el riesgo ante posibles aglomeraciones de gente. 

Más allá de los conciertos --los previstos para el cierre de cada jornada, también para hoy, agotaron sus entradas hace unos días--, el Aplec ha programado durante sus tres días de duración otras iniciativas como la presentación del Diccionari amanoset dels Ports o el Atles de les comarques valencianes; se ha instalado la exposición Primavera musical y han habido charlas sobre la MAT o los modelos energéticos. El festival se despide hoy con actividades desde las 10.00 horas.

Blanch en la cita

Entre los asistentes al Aplec se encontraba el secretario general del PSPV-PSOE en la provincia de Castellón y diputado autonómico, Ernest Blanch, quien mostró su apoyo a la que define como «una plataforma comarcal necesaria para exponer, recoger y hacer llegar las reivindicaciones que afectan a los municipios de las comarcas del interior». Y añadió: «Els Ports hace muchos años que se resiste a la decadencia e iniciativas como l’Aplec suponen un punto de encuentro».