Familias de Castellón demandan desde hace años recuperar los restos de personas que fueron enterradas en fosas comunes durante el franquismo y que nunca consiguieron identificar. Ahora, la Secretaría de Estado de Memoria Democrática pone en marcha una serie de subvenciones para que los familiares de cinco municipios de la provincia de Castellón (Vistabella, Vinaròs, Vila-real, Viver y Vilafranca) puedan rendir el homenaje que merecen sus difuntos.
En concreto, las ayudas destinadas en diversas poblaciones de todo el territorio español ocupan el 60% de los 11,35 millones de euros del presupuesto de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática. En la localidad de Vinaròs, el concejal Marc Albella afirma que pidieron estas subvenciones porque sabían «que había una gran fosa común», explica. Además, como cuenta el edil, «la sobrina de una de las víctimas aseguraba que su tío estaba ahí» y quisieron «empezar los trámites».
Según Rosario Royo, concejala de Memoria Histórica en Vila-real, «solicitar estas ayudas es todo un compromiso por parte del Gobierno para recuperar la memoria de los represaliados durante el franquismo». En este sentido, recalca que desde el propio Ayuntamiento están «comprometidos por seguir investigando y dar paz a las familias de Vila-real».
Identificaciones
Desde Arqueocas, la empresa arqueológica en Castellón y también activa en la investigación de la fosa localizada en el cementerio vila-realense, su gerente, José Albelda, expresa que el primer paso fue hablar con esas dos familias «víctimas de años de la guerra civil», para identificar a sus ascendientes. «Aún estamos en un largo proceso de análisis a partir de una base de datos y después se procederá a la exhumación», afirma Albelda.
El trabajo de localización de fosas que están haciendo desde la Diputación de Castellón es notable y apuestan por dar tranquilidad de las familias de la provincia para recuperar a los desaparecidos. Juan Luis Porcar, miembro del Grup per la Recerca de la Memòria Històrica de Castelló, indica: «Desde el 2018 el consistorio de la capital impulsa nuestros proyectos y ha colaborado en tres campañas de exhumación».
Además, como reconoce Porcar, «ninguna administración se encarga directamente de gestionarlo» y es lo que piden «desde el mundo memorialístico». Por otro lado, a pesar de que municipios como el de l’Alcora no hayan recibido estas subvenciones, promueven activamente seguir trabajando en ello. Según confirman desde el grupo de la Memòria Històrica de l’Alcora, «ya han conseguido exhumar a bastantes, pero quedan en proyecto muchos otros».
Desde el Ayuntamiento de Burriana, donde tampoco se beneficiarán de la ayuda, afirman que seguirán esforzándose en el tema, ya que su idea de futuro es «solicitar de nuevo ese dinero del Estado para poder incluir el cementerio de Burriana en el mapa de fosas de la guerra civil», manifiestan. Informan J. Nomdedeu, I. Calpe, J. Flores y M. Á. Sánchez.
En el Valle de los Caídos
Castellón afronta un avance en la reparación democrática con el próximo inicio de las exhumaciones en el Valle de los Caídos, como informó Mediterráneo a finales de junio, tras la concesión de la licencia de los trabajos por parte del Ayuntamiento de San Lorenzo del Escorial al Gobierno. La luz verde a la intervención permitirá recuperar así hasta 1.727 cuerpos de personas fallecidas en la provincia principalmente en la conocida como batalla de Levante, según consta en los registros del Ministerio de Justicia, y que fueron trasladadas después, entre el 1959 y 1983, al Valle de Cuelgamuros.
Uno de los casos que más llama la atención es el de un vecino de les Coves, Francisco Barberà Puig, que fue enterrado allí por error, ya que era un jornalero.
