Cuando el covid-19, la pandemia y las restricciones que llevan equiparados acaparan prácticamente todas las conversaciones, que un hecho anecdótico y las ganas de combatir el desánimo con unas cuantas sonrisas le resten por un momento protagonismo es un soplo de aire fresco. Tanto es así que lo que iba a ser solo una reunión de quintos adaptada a las circunstancias, se ha convertido en un fenómeno viral inesperado.

En la Vilavella es tradición que las quintas compartan cada cinco años una celebración, porque el tiempo pasa, pero las amistades y los contactos no hay que perderlos y para lograrlo lo mejor es cultivarlos. La de los nacidos en 1971, quisieron que su 50º aniversario fuera tan especial como el virus y todos sus no puede ser permitieran. Tenían claro que iban a reunirse a comer con todas limitaciones impuestas por las autoridades sanitarias, pero para adornar la cita, a un grupo de ellos se les ocurrió montar una exposición con trajes de su Primera Comunión.

Dicho y hecho. Juntaron primeros y segundos trajes, misales, regalos, tarjetas... todos artículos originales de un día tan señalado. Y la historia habría quedado en un divertido guiño que los recibió a su llegada al Balneario, donde comieron juntos, pero a alguien se le ocurrió hacer una foto y compartirla en el emblemático grupo de Facebook Yo fui a EGB y el medio millón y medio de seguidores de este exitoso perfil hizo el resto.

Asegura Jorge Vicent, responsable de la singular exposición junto a Vicent, Ester, Rosa y Fabi, que en ningún momento compartieron la imagen esperando viralizarse. Fue como un impulso que tuvo el reconocimiento de miles de nostálgicos como ellos. En un momento en el que las relaciones personales están en cuarentena, rememorar tiempos mejores y arrancar unas cuantas sonrisas puede ser terapéutico.