Alcalà-Alcossebre da un paso más para mejorar la accesibilidad y los servicios que rodean a su patrimonio arquitectónico. Con esa premisa, el Ayuntamiento finaliza la construcción de los dos baños, abiertos ya al público, en la ermita de Santa Lucía. Una nueva instalación que permitirá al consistorio garantizar las condiciones higiénicas y sanitarias en el entorno del santuario y del centro de interpretación etnológica. 

La caseta cuenta con dos aseos prefabricados --uno de ellos, adaptado para personas con movilidad reducida--, con una superficie total de 5,50 metros y un depósito de agua adyacente. Está situada en una zona de pendiente, cerca del templo, por lo que al ubicarse en desnivel, desde el equipo de gobierno remarcan que así evitan «cualquier tipo de impacto visual sobre la ermita y el yacimiento arqueológico».

La empresa encargada de habilitar los dos baños fue una constructora local, que se llevó la adjudicación de las obras por un importe de 29.750 euros. 

Madera y piedra

Para la construcción de este recinto eligieron materiales acordes al entorno, como madera y piedra, para configurar un muro de mampostería muy similar al que hay en la zona del mirador. Los trabajos contaron con las autorizaciones preceptivas de la Dirección General de Cultura y Patrimonio y del parque natural de la Serra d’Irta. Además, antes de acometer las tareas, realizaron las correspondientes catas arqueológicas con la idea de preservar cualquier tipo de vestigio que pudiera haber en el espacio que ocupan ya los nuevos baños.

Tras la apertura de los váteres, el alcalde, Francisco Juan, pone en valor que, con esta intervención, dotan al paraje, que «cada vez cuenta con mayor afluencia de visitantes», de unos servicios públicos que, sin duda, «suponen una mejora importante» tanto para los vecinos como turistas. El Ayuntamiento busca con proyectos así potenciar aún más las rutas y las excursiones hasta la ermita y el yacimiento, el centro de interpretación o el castillo de Xivert.