El Ayuntamiento de Burriana proyecta prolongar la inacabada avenida del Transporte para conectarla con la carretera autonómica CV-18. Por el momento, realizarán la medición de la zona para tener una idea clara de los terrenos que deberán ser expropiados para el nuevo vial, unos trabajos previos que sirven de base para elaborar el proyecto de urbanización e incorporar el montante de la ejecución a los presupuestos del próximo año.

La finalización de esta carretera contribuirá a desviar más tráfico hacia el exterior y un enlace más rápido desde el acceso oeste hacia el área marítima. 

Así lo asegura el concejal de Urbanismo, Bruno Arnandis, quien explica que «en principio», valorarán «la inversión necesaria para adquirir los solares» a lo largo del ejercicio 2022, pero considera que «los trabajos de urbanización también podrían tenerse en cuenta».

Para comenzar con el procedimiento, el consistorio ha contratado los servicios de levantamiento planimétrico y tasación de arbolado de los aproximadamente 500 metros de distancia que separan el último punto construido de la avenida del Transporte hasta el vial autonómico. Asimismo, el edil incide en que esta intervención será muy beneficiosa para desviar más tráfico hacia el exterior y sumar un nuevo enlace. 

Un carril para cada sentido

Aunque aún no hay un proyecto redactado, la propuesta sería construir la infraestructura con un carril para cada sentido y, de este modo, dar continuidad a la avenida del Transporte. Actualmente, esta carretera tiene una mediana central y aparcamiento en cordón que finaliza a la altura de la plaza Manuel Sanchis Guarner, ubicación del nuevo instituto Jaume I.

El estudio de tráfico y movilidad del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Burriana recomienda, precisamente, realizar la conexión de este tramo con la rotonda de la CV-18 para cerrar el anillo de circunvalación a la localidad. 

De esta manera, el tráfico rodado podrá tener la opción de poder interconectar directamente, a través de la ronda exterior, y evitar una elevada circulación de vehículos por el casco urbano. «Por ejemplo, el flujo de coches que entra por el camí d’Onda en dirección al área marítima tendrá un acceso más directo por este vial y, además, permitirá descongestionar algunas calles del barrio la Bosca», expone Arnandis.