La cooperativa Cítrics de Nules, surgida de la fusión de Cipla y Nulexport, ya ha iniciado su actividad en las instalaciones que la segunda entidad tenía en la Senda Mitjana. Comienza así una nueva etapa para el cooperativismo local, que ha pasado de tener siete empresas agrícolas en sus mejores momentos a solo una en la actualidad, después de que las dos asambleas dieran su visto bueno el pasado mes de junio al acuerdo.

El personal administrativo de la nueva entidad está trabajando, mientras se rematan las tareas de traslado y puesta a punto de la maquinaria de un almacén al otro y se están ultimando tareas como el pintado de las instalaciones.

Hace días que desapareció el nombre de Nulexport de la fachada de la gran nave, en lo que podría considerarse un gesto simbólico que acredita que la fusión da carpetazo a la época anterior y a los graves problemas económicos de la que fuera una de las más importantes cooperativas de Castellón por la cantidad de kilos de cítricos que llegaron a exportarse.

Nueva junta directiva

Como se anunció en los pasos previos del acuerdo de fusión y adelantó Mediterráneo, el presidente de Cítrics de Nules será Manuel Cases, y la gerencia será asumida por José Manuel Ripollés. Ambos ocupaban los mismos cargos en Cipla.

Con la firma ante notario de la constitución de la nueva cooperativa, las primeras decisiones no solo han tenido que ver con cuestiones logísticas. De hecho, la de más calado ha supuesto la rescisión del contrato con Unica Group, que se anunció en septiembre del 2019 como la salvación de Nulexport en su primera gran crisis.

Más decisiones, difíciles

Desde la nueva empresa, tras el análisis pormenorizado de la situación y con el propósito de iniciar de facto una nueva etapa que garantice un futuro al sector citrícola cooperativo del municipio, anuncian que "se continuarán tomando decisiones, algunas de ellas difíciles, pero que son necesarias". 

Entre los compromisos de los responsables de Cítrics de Nules está asegurarse de que con el inicio de esta nueva etapa dejan atrás a las dos entidades originales y su situación previa a la fusión. Lo cierto es que el camino hasta llegar aquí ha sido traumático para muchas personas, de ahí que la apuesta sea hacer borrón y cuenta nueva, centrándose en el objetivo de su constitución: sacar el máximo provecho posible del acuerdo, que ha supuesto la creación de una cooperativa con unos 700 socios, propietarios de entre 10.000 y 11.000 hanegadas, que permitirán comercializar unos 30 millones de kilos de cítricos.