La Generalitat Valenciana ha remitido al Ayuntamiento de Almassora la autorización para suscribir el convenio entre ambas instituciones para la cofinanciación de las obras de la nueva comisaría de la Policía Local. Tal como figura en el acuerdo del Consell, la administración autonómica subvencionará con 100.000 euros la actuación durante 2021 y con otros 200.000 euros, la parte de la obra prevista para 2022.

Este trámite supone la ratificación del anuncio que realizó el pasado mes de marzo el director general de Administración Local, Antoni Such, en la reunión mantenida con la alcaldesa, Merche Galí, y la concejala de Territorio, Carmina Martinavarro. El acuerdo supone la reserva de fondos al 50% entre ambas instituciones para dar uso al antiguo Instituto de Calidad de la Edificación, construido en 1977 y abandonado desde 2012, y atender la petición de la Policía Local de ampliar sus instalaciones. 

El centro ubicado en la calle Industria del polígono Mijares se transformará en una comisaría de 518 metros cuadrados construidos sobre una superficie total de 3.632 metros cuadrados. Estará dotada de despachos, sala de visitas, sala polivalente, armero, sala de atestados, aula de informática, vestíbulo, baños y comedor para la plantilla, entre otras instalaciones. El diseño del departamento de Urbanismo cuenta con el visto bueno de la Policía Local para atender sus necesidades. 

Mejora en la atención ciudadana

El traslado al polígono Mijares permitirá también una mayor vigilancia del extrarradio de la localidad y el entorno de la estación de ferrocarril, al tiempo que dejará libre las oficinas ubicadas actualmente en la planta baja del edificio consistorial. Otros departamentos municipales con déficit de espacio para realizar sus trabajos se trasladarán a este punto una vez realizada la mudanza de la Policía. 

Su traslado a la nueva comisaría también supondrá una mejora en la atención ciudadana, en tanto que la central ofrecerá espacios discretos y personalizados frente a las consultas que en la actualidad tienen lugar en la ventanilla actual de Pere Cornell. “Almassora ha crecido y sigue haciéndolo y necesita mejorar sus servicios a la ciudadanía con soluciones como ésta, que permitirá dar uso a un edificio abandonado e incrementar la comodidad de agentes y vecinos”, según la primera edil. 

En esta línea, ha destacado la colaboración entre administraciones para desbloquear el uso del bloque, “como en su día ocurrió con el derribo del edificio 167 de la avenida José Ortiz o la puesta en marcha del Instituto de Tecnología Cerámica en el Centro Tecnológico de Frutos Secos, que nunca había funcionado”.