Las alarmas sanitarias saltaron ayer por la mañana en la localidad de Nules. Un colector de aguas residuales vertía materia fecal al canal que desemboca en el mar tras sufrir una rotura. Activada la alerta, la decisión del Ayuntamiento fue fulminante, con el cierre de las compuertas de la Gola y la prohibición de bañarse en las playas, al menos durante 48 horas.
El consistorio puso en marcha un protocolo de emergencia, en colaboración con la empresa que gestiona la depuradora (Facsa), la de vigilancia de playas (Provita), la Policía Local y la Guardia Civil. La intervención más urgente la realizó Facsa, que se encargó de detener el vertido e identificar las causas de la incidencia. Según indicó el alcalde, David García, se debió a "la rotura de la tubería de impulsión de fibrocemento", a través de la que llevan las aguas residuales de la zona de la playa hasta las instalaciones de la EDAR para su tratamiento. Sucedió en un tramo cercano al Racó del Pou.
Canal cerrado
Con la misma celeridad con la que la empresa notificó el problema y acudieron a solucionarlo, los técnicos municipales se encargaron de cerrar las compuertas de la Gola, aunque era una medida que no podían mantener muchas horas, pues a través de ellas regulan el caudal de agua que circula por el canal. La reapertura se produjo, según García, en torno a las 13.00 horas.
Ayuntamiento y Facsa se enfrentaban en ese momento a otro problema. La avería en el colector obligó a desconectar el sistema de bombeo que impulsa los residuos fecales que generan los vecinos de la playa hasta la depuradora, pero Facsa, como explicó el alcalde, puso en marcha "un sistema provisional y alternativo para garantizar ese servicio mientras completan la reparación de la rotura".
El alcalde concretó que de manera paralela a la toma de la decisión de cerrar las playas --el tiempo acompañó ayer para el cumplimiento de esta medida, pues al hacer un día algo desapacible casi no había bañistas--, también informaron al Seprona de la Guardia Civil para que se encargara de "medir los niveles de calidad del agua en la zona afectada por el vertido".
La previsión inicial del Ayuntamiento es que la prohibición de tomar el baño y, por tanto, el izado de la bandera roja en el litoral, se mantendrá durante la jornada de hoy, porque "todo apunta a que el jueves por la mañana" reabrirán la playa "con normalidad". La prohibición se establece "por precaución", resaltó García.
Con todo, se informará a la ciudadanía por los canales institucionales cuándo se restablecerá la normalidad en las playas de Nules. Esta localidad castellonense cuenta con cuatro playas: les Marines, Bovalar, l'Alcúdia y Rajadell.
Investigación
La Policía Local colocó avisos en los accesos al litoral e informó a quienes se acercaban, al igual que los socorristas. El sentir general de los usuarios era que agradecían que hubieran intervenido con celeridad, evitando que alguien se enterara de la noticia después de entrar en el mar.
Por el momento no ha trascendido el alcance exacto del vertido y sus consecuencias, pero existe la convicción de que el impacto podría haber sido mayor si la respuesta de todos los agentes implicados no hubiera sido tan rápida y contundente desde el principio.
Al estar probado que no se trata de un vertido ilegal, sino accidental, el Seprona no abrirá diligencias penales. Una vez solucionado el vertido, el Ayuntamiento garantizará que la apertura de las playas se produce con una garantía de calidad de las aguas.