Una treintena de personas aguardaba ayer a primera hora de la mañana a que la máquina limpiadora acabara su tarea en la playa del Clot de Vinaròs, una pequeña cala ubicada al sur de casco urbano de la localidad. Cuando el operario terminó su labor, los usuarios que esperaban corrieron a coger sitio en primera línea de mar. Ninguno de ellos lo hizo en la parte más al sur de la playa. Y es que, desde hace unos días, esta zona es un espacio reservado para los clientes de un hotel ubicado a poca distancia del lugar, pero ya en pleno casco urbano de la capital del Baix Maestrat.  

Este hecho no ha pasado desapercibido para algunos vecinos de Vinaròs, que han criticado que desde hace unos días haya este espacio que prioriza a los clientes de un hotel. De hecho, en los carteles que delimitan el área reservada se indica Zona concesión Puertos para actividad de clientes. En concreto, la delimitación que ha causado malestar entre los usuarios habituales de esta cala del Clot abarca una superficie de 100 metros cuadrados, según han confirmado a Mediterráneo fuentes de la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, de quien depende la Dirección General de Puertos, Aeropuertos y Costas, que es el organismo que ha autorizado la concesión de esta parcela para uso del hotel en cuestión.

Debate social

El debate entre los vinarocenses se ha abierto, especialmente en las redes sociales, donde algunos usuarios han denunciado públicamente lo que consideran un «trato discriminatorio». Algunos se preguntan «cómo es posible que se pueda reservar un espacio público como es parte de una playa para los clientes de una empresa privada»; y consideran que el Ayuntamiento debería exigir a la Dirección General de Puertos «que no alquile» parte de sus playas y no consienta este tipo de acciones. Y otros tildan lo ocurrido de «vergüenza», mientras varios usuarios señalan que es algo habitual en algunas poblaciones costeras y que ya han visto este tipo de reservas de espacio en playas de otras localidades no solo de la Comunitat sino del resto de España. 

Mientras, desde el propio Ayuntamiento señalan que este tipo de concesiones en los arenales corresponde a la Administración autonómica determinarlas, en función de las solicitudes que se presentan y si cumplen los requisitos para su explotación.

Asimismo, desde la Conselleria que lidera Arcadi España inciden en que esta autorización «no es nada fuera de lo común, porque es como si de diera permiso para hacer un aparcamiento o para instalar un chiringuito». Y recalcan que la concesión de la reserva de este espacio acotado de 100 metros cuadrados conlleva el pago de una tasa de actividad y ocupación por parte del hotel que, además, ha tenido que depositar una fianza previa. E informan que la reserva en cuestión finaliza el 30 de septiembre, coincidiendo con el final de la temporada estival.

Normativa

Y es que la normativa a nivel estatal, como la Ley de Costas o los reglamentos que rigen los usos de las zonas del litoral de titularidad pública --todas aquellas que entran en la zona de reserva matítimo-terrestre-- deja en manos de las comunidades autónomas algunas autorizaciones.