Acciona trabaja en la instalación de un megaparque fotovoltaico con una extensión equivalente a seiscientos campos de fútbol en el municipio castellonense de El Toro. La compañía está ofreciendo a los propietarios de los terrenos entre 1.000 y 1.500 euros al año por cada hectárea de terreno con un contrato de arrendamiento a treinta años, según han confirmado fuentes cercanas a la negociación. La megaplanta conlleva una inversión de más de 120 millones de euros. La población de El Toro comparte con Barracas (municipio con el que colinda) el parque eólico de «El Mazorral» con trece aerogeneradores. 

El objetivo de Acciona es ubicar la planta en la zona de «El Calorzo». Fuentes próximas al proyecto subrayaron que el municipio (en el que viven 150 habitantes en invierno) reúne unas condiciones idóneas para acoger la instalación. La compañía necesita arrendar 300 hectáreas de terrenos para sacar adelante el proyecto. La empresa está ofreciendo a los propietarios contratos a treinta años con una posible prórroga de otros diez años. 

La firma abona al año entre 1.000 y 1.500 hectáreas en función de la cantidad de suelo que tengan los propietarios y de su ubicación, según precisaron las mismas fuentes.

El parque de El Toro es el segundo gran proyecto fotovoltaico que tiene Acciona en la Comunitat Valenciana. La compañía está trabajando en una planta más pequeña (85,7 megavatios) situada en los municipios de Ayora y Jarafuel. Esta segunda planta estará operativa en el primer trimestre de 2023. Acciona también dispone de parques eólicos en Valencia y Castelló.

La zona seleccionada por Acciona para promover su megaparque en El Toro carece de un especial valor medioambiental como otras áreas de la Comunitat Valenciana que han despertado el rechazo vecinal y de las asociaciones ecologistas. La ley autonómica que regula el despliegue de parques solares (aprobada el verano pasado) impide promover este tipo de instalaciones en parajes protegidos y con un alto valor medioambiental. La consellera de Agricultura, Desarrollo Rural y Emergencia Climática, Mireia Mollà, advirtió durante la tramitación de la ley que hay «suelos manifiestamente incompatibles» con el desarrollo de plantas solares como los que se encuentran en «parajes naturales, parques naturales o la Red Natura 2.000». La prioridad para la Conselleria de Agricultura (controlada por Compromís) fue mantener «el territorio verde» y apostó por la instalación de este tipo de plantas en «suelos más degradados» siempre que «no estén en zonas inundables». En este contexto legal, los promotores de parques solares no pueden cometer «aberraciones» que «atentan contra el sentido común», según advierte la patronal valenciana de energías renovables (Avaesen).  

Acciona ha optado por El Toro porque ya dispone de un punto de conexión a la red (que da salida a la energía producida por los aerogenadores del parque eólico de «El Maello») y el suelo seleccionado es llano.

Impulso

El Consell quiere impulsar con rapidez el despliegue de parques fotovoltaicos con una potencia de 6.000 megavatios y un coste de 4.800 millones de euros. La urgencia se debe al compromiso del Gobierno de que en 2030 el 74 % de la energía proceda de fuentes renovables. Un informe de la Secretaria Autonómica de Emergencia Climática y Transición Ecológica advertía de que «dadas las condiciones de nuestro territorio, más favorable que otras zonas del Estado para la fotovoltaica (mayor radiación solar), y la complicada implantación de la eólica (por cuestiones administrativas y del propio territorio) se hace necesario ampliar el objetivo de plantas solares y reducir el de eólicas. Hay que tener en cuenta que 6.000 megavatios de fotovoltaica suponen como máximo la ocupación de 12.000 hectáreas. Hablamos del 1,5 % del suelo común no urbanizable sin protección medioambiental (por ejemplo, el cultivo de cítricos ocupa 158.000 hectáreas)».  

El paraje donde irá la planta se utiliza para el cultivo de trufa

El paraje donde Acciona quiere ubicar la megaplanta fotovoltaica se utiliza para el cultivo de trufa negra. El kilo de trufa ronda entre los 600 y los 700 euros y una hectárea puede llegar a dar 200 kilos. Sin embargo, la producción de trufa es una actividad que entraña riesgos que lastran su rentabilidad. «Para producir trufa hay que plantar carrascas truferas, vallar el campo para evitar robos, tener a una persona que cuide la explotación y que todo salga bien porque a veces no hay producción», apunta un experto.

En el caso de los cultivos de secano, los agricultores valencianos ganan hasta seis veces más arrendado sus tierras para parques fotovoltaicos que cultivándolas. Los promotores de parques solares pagan en la Comunitat Valenciana hasta 2.500 euros por hectárea al año frente a los 400 euros que se obtiene con los cultivos de secano. Frente al rechazo que han causado los proyectos en algunas zonas agrícolas como La Font de la Figuera o Chiva, los empresarios insisten en que buscan sobre todo campos baldíos porque obtienen más rentabilidad.