Una semana después de las fuertes lluvias registradas en Benicàssim, la localidad vuelve poco a poco a la normalidad. Durante los últimos siete días, operarios de la brigada municipal han intensificado las labores en el litoral: recolocando pasarelas, reparando mobiliario urbano y nivelando las superficies que quedaron afectadas.

«Nuestro objetivo es recuperar las playas para seguir con la temporada estival, ya que se han perdido la totalidad de las pasarelas, cuyo 20% corresponde a las playas adaptadas, han sufrido daños las 75 duchas y 84 lavapiés, dejando al descubierto y afectadas las tuberías de conexión», ha explicado la alcaldesa del municipio, Susana Marqués, quien también apunta que, además, «el temporal ha provocado desperfectos en vías públicas, caminos rurales, zona de urbanizaciones, edificios municipales e infraestructuras». Con todo esto, la estimación preliminar de los daños ocasionados asciende ya a un millón de euros.

No obstante, las primeras evidencias de recuperación llegaron en el día de ayer, ya que en las playas de Benicàssim volvió a ondear la bandera verde después de que el consistorio recibiera por parte de la Consellería el resultado positivo de las analíticas de aguas realizadas tras el temporal, pudiéndose reabrir las playas.

Recobrando la agenda turística

Junto a la programación de la décima edición de Benicàssim Belle Époque, la ciudad suma atractivos turísticos durante el primer fin de semana de septiembre, recobrando la agenda de las actividades de dinamización turística. El evento costumbrista finaliza hoy y contempla una nueva jornada en Villa Elisa con El Viaje a la Belle Époque y el disparo de un castillo de fuegos artificiales en la playa Voramar a las 22.00 horas. «A pesar de la situación actual, vecinos y visitantes están pudiendo regresar a la época dorada de nuestras emblemáticas villas y tanto el espectáculo de anoche como las visitas guiadas han colgado el sold out», ha añadido la concejala de Turismo, Cristina Fernández.