A la empresa que gestiona las infraestructuras ferroviarias del Estado, Adif, le ha surgido un escollo inesperado en su intención de proceder a la demolición de la antigua estación de Moncofa. El Ayuntamiento de Nules, le ha denegado la licencia de derribo porque se opone a esa intervención. Curiosamente, pese a que el edificio ha dado servicio históricamente al pueblo vecino se encuentra en término municipal nulense.
Según confirmó ayer el alcalde de la localidad, David García, Adif hizo llegar al consistorio la solicitud para cumplimentar lo que, en principio, podría haberles parecido un trámite rutinario. Seguramente no se esperaban que la respuesta municipal fuera negativa.
Para fundamentar su postura, el Ayuntamiento de Nules ha recibido asesoramiento profesional. «Hemos consultado a arquitectos que nos han aconsejado no demolerlo e incluso el Colegio de Arquitectos de Castellón ha emitido un informe en este sentido».
Apoyo a la decisión
Y no han sido estas las únicas voces que respaldan la decisión. Ayer mismo, la Fundación Goerlich publicó una fotografía histórica de la estación, datada en el año 1935, para felicitar al consistorio. Desde esta entidad, cuyo objetivo es defender y difundir los valores patrimoniales y arquitectónicos de la Comunitat Valenciana, recordaron que este inmueble fue «proyectado durante la República por el arquitecto Enrique Pecourt Betés».
García defendió que se trata de una construcción «singular» que, pese a su evidente estado de abandono y deterioro actual, merece ser protegida. Tanto es así, que ya se han iniciado los trámites para solicitar su declaración como Bien de Relevancia Local (BRL).
El alcalde de Nules, antes de actuar en un sentido u otro, se puso en contacto con su homólogo de Moncofa, Wences Alós. Entre las dudas que querían resolver estaba si la petición de demolición había partido de esta localidad, extremo que Alós negó. De hecho, en el municipio vecino también están de acuerdo con la conservación.
Con el impedimento administrativo que ha establecido Nules, Adif se enfrentará a una paradójica situación: verse en la obligación de proteger un edificio que quería demoler. A falta de saber qué hará la empresa pública al respecto, si prospera el trámite puesto en marcha por el Ayuntamiento para lograr la declaración de BRL para la terminal, sería Adif la que debería conservarla y decidir qué uso dar a una edificación de la que querían deshacerse.
Ejemplo de protección
Lo que es evidente, tal y como se hizo público ayer, es que el consistorio no estará solo en su pretensión de proteger la estación. Desde la misma Fundación Goerlich remarcaron que «decisiones así salvan patrimonio, ojalá cunda el ejemplo en otros muchos lugares».
El apeadero de Moncofa --en sus últimos años no había venta de billetes-- dejó de funcionar cuando Adif construyó unas nuevas instalaciones más modernas y más cerca de la localidad.
