A veces no es fácil seguir el ritmo de la pandemia. Y es que las restricciones, aunque necesarias para evitar contagios, son desalentadoras a la hora de organizar y vivir las fiestas. No obstante, peñas de Burriana no han querido perder la ocasión de celebrar las patronales de la Misericòrdia. Eso sí, adaptando su rutina a la normativa actual. Son pocas las que se han lanzado a hacerlo y una de ellas es La Bota. Haciendo uso de la palabra más de moda en esta crisis, resiliencia, la agrupación ha puesto todo su empeño en no perder la ilusión pese a no disfrutar por completo de su frenética actividad con verbenas, karaokes y su famosa discomóvil. 

La presidenta de la entidad, Maite Robles, explica que «ahora todo es diferente, llevamos la mascarilla y tenemos que sentarnos guardando la separación, pero lo importante es estar todos juntos». Como son una sede regulada la normativa autonómica dispone, entre otras cuestiones, que para interiores los aforos serán de un máximo del 50% sentándose hasta 6 personas por mesa. En total, son 19 componentes por lo que es fácil ajustarse a las normas y disponen de mesas y sillas suficientes para estar distanciados.

Con más de 40 años a sus espaldas, esta peña es de las más veteranas y activas en fiestas. La céntrica calle Sant Vicent, lugar donde tienen su sede, se convierte en epicentro festivo gracias a la amplia programación musical que organizan. Y aunque las circunstancias obligan a posponer todo lo que implique riesgo de covid, «hemos planificado un menú de primera categoría para que cada día sea especial y deseamos que el año que viene todo pueda volver a la normalidad por fin» añade la presidenta.

La localidad encara la recta final de las fiestas con actos taurinos, música en directo y exposición de carrozas, el domingo.