Tal y como temían y así lo denunció la AMPA del IES Gilabert de Centelles de Nules coincidiendo con el final del curso pasado, y como informó Mediterráneo, docentes y alumnado se han incorporado a las aulas con la llegada del mes de septiembre y se han encontrado con la cantina fuera de servicio.

A principios del mes de julio, desde Conselleria de Educación confirmaron que estaban preparando una nueva licitación, pues el contrato vigente hasta ese momento había agotado todas las prórrogas legales y se hacía necesaria una renovada adjudicación.

Con algo más de mes y medio por delante, desde la comunidad educativa del centro pidieron celeridad en los trámites, en un instituto que supera por mucho el millar de estudiantes y cuenta con más de un centenar de profesores, en turno matinal y vespertino, lo que convierte la cafetería en un recurso muy utilizado a diario.

Esta misma semana, desde Educación han señalado que las tres direcciones territoriales están «acabando de cerrar los pliegos» de las cafeterías pendientes de adjudicación, «para adaptarlos a la normativa vigente y con el objetivo de establecer un modelo unificado de pliego, válido para los centros públicos de Secundaria».

Pero no dan plazos. El único condicionante temporal que han establecido es el de «cuando esté cerrado este nuevo modelo de pliego». Será entonces cuando «retomemos las licitaciones», según señalaron desde el Consell.

Evidente malestar

Desde la AMPA ya se lamentó en julio que Educación no había actuado «con la suficiente previsión» y criticaron que, durante un tiempo indefinido, estas instalaciones estén en desuso, con las molestias que esa circunstancia generará entre alumnado, docentes y personal administrativo del instituto.

En su momento, se planteó la instalación de máquinas de vending, de manera provisional, y desde Educación señalaron que dejarían a disposición del centro una nevera y el microondas, para dar servicio hasta que pueda concretarse la adjudicación. El IES de Orpesa está en la misma situación.