La Vall d'Uixó despedirá esta tarde a mosen Amado Segarra, un sacerdote muy apreciado en el municipio, donde ejerció parte de su ministerio y mantuvo estrechos lazos durante toda su vida, de ahí que se espere una importante asistencia, como ya ha sucedido durante el tiempo en el que sus restos han podido ser visitados en la capilla de la Mare de Déu dels Desamparats de la Colonia Segarra --construida por su familia--, advocación por la que Amado Segarra profesaba gran devoción.

Antes del entierro, los vecinos de la Vall que lo han deseado han podido acompañar a los restos de Amado Segarra en la capilla de la Colonia Segarra. MEDITERRÁNEO

El obispo de la Diócesis de Segorbe-Castellón, Casimiro López, presidirá la celebración del entierro, que tendrá lugar a partir de las 17.30 horas en la iglesia del Santo Ángel Custodio, donde Amadeo Segarra ejerció como vicario.

La pérdida del sacerdote, hermano del empresario Silvestre Segarra --principal accionista del Grupo Porcelanosa con la familia Soriano Manzanet--, ha sido muy sentida por numerosas personas que han mostrado sus condolencias y han sentido su deceso, como en la parroquia de la Sagrada Familia de la Vilavella, donde ejerció de párroco muchos años. Aunque lo cierto es que las muestras públicas de cariño a título individual de personas que lo conocían y apreciaban, han sido múltiples.

Obituario

Entre quienes en las últimas horas han dedicado palabras de recuerdo y aprecio está el actual párroco del Santo Ángel, Vicent Borja, que le ha dedicado el siguiente obituario en 'Mediterráneo':

«Si pudiera resumirse la dedicación de tantos años de servicio sacerdotal en unas pocas palabras, de Amado Segarra podría decirse que fue un cura muy entregado. Venía pronto y se iba tarde, siempre con una actitud positiva en la dirección espiritual y frente a la confesión, a la que dedicaba mucho tiempo.

Su relación con la Vall d'uixó le marcó siempre, independientemente del lugar donde se le encomendara ejercer el ministerio, ya que estuvo en diferentes parroquias como la de la Vilavella, fue vicario de Sant Vicent en Castelló o párroco del Carmen en el Puerto de Burriana, entre otros destinos. En todos ellos, conservó su amor por la Colonia Segarra, en especial por la capilla de los Desamparados, construida por su familia.

Amado Segarra fue un gran orador, cuidadoso con sus homilías, que preparaba con mucha dedicación, por lo que lograba comunicar muy bien lo que quería decir. Podría decirse que era un orador tan clásico como pedagógico, pero ante todo era un hombre del pueblo, al que le gustaba escuchar, aconsejar, estar cerca de la gente, con especial entrega por los enfermos, a quienes gustaba de acompañar para deciarles tiempo y conservación. Porque sobre todo, fue muy vallero y disfrutó hasta el final de su ministerio».