La diputada de Cultura, Ruth Sanz, ha visitado junto a los equipos técnicos de Arquitectura, Restauración y Arqueología de la Diputación de Castellón los trabajos que se están desarrollando para proteger las pinturas de época templaria que fueron halladas en el Castillo de Xivert hace tres años, gracias a la colaboración entre el gobierno provincial y el Grupo de Investigación en Fotogrametría y Láser Escáner de la Universidad Politécnica de Valencia.
Así pues, las tareas de conservación se inician con la finalidad de preservar los grabados de gran valor patrimonial que atesora uno de los pomos de la fortaleza: «es importante preservar estas pinturas que constituyen una joya de gran valor para nuestra provincia y que además nos acerca a tiempos pasados», ha destacado Sanz.
Tanto diputada como personal técnico afirman que se debe continuar el trabajo que se está llevando a cabo, «apostando por el mantenimiento y la revisión constante para reforzar la didáctica y la difusión de un bien tan importante para nuestro patrimonio».
Por otra parte, los estudios y análisis realizados por el equipo de arqueología han permitido conocer que estos dibujos formarían parte de un conjunto más amplio del que se ha perdido buena parte. Son pinturas que también se encuentran en otros castillos de la antigua Corona de Aragón y que representan escenas caballerescas de época cristiana.
Las pinturas medievales más antiguas de Castellón
Esta manifestación artística está asociada a un estilo gótico del siglo XIII, mientras el castillo estuvo en manos de la orden militar del Temple, por tanto se trata de las pinturas medievales de mayor antigüedad de la provincia.
Los grafitos se realizaron sobre un enlucido de yeso que recubría originalmente todo el paramento mediante la técnica de incisión fina, para después añadir un pigmento rojo.
Se puede apreciar la presencia de un jinete y un caballo, así como formas triangulares que posiblemente también muestran este ambiente de campamento militar. De hecho, la temática de los campamentos militares en pinturas murales se encuentra así mismo en el castillo de la población turolense de Alcañiz, por lo que no es de extrañar su presencia en la fortificación de Xivert.
