El conocido como Vaso de los Guerreros de Llíria, considerado como la obra cumbre del arte ibérico, formará parte de la colección museística del futuro Museu del Bou de Burriana. Fue descubierto en el año 1934 durante las excavaciones que el Servicio de Investigación Prehistórica desarrollaba en el poblado ibérico del Tossal de Sant Miquel, la antigua ciudad de Edeta (Valencia).
Esta vasija es, por sus dimensiones y ligereza, un alarde de la alfarería ibérica donde su friso, esta pintado con seis jinetes y seis infantes, armados con lanzas, falcatas y escudos, escenificando los primeros vestigios de lo que hoy se conoce como festejo popular.
La entrega de esta valiosa pieza a Satine se escenificó este jueves por la noche en la Casa de la Cultura de Llíria (Valencia), en el acto de presentación del Any Berlanga y la Semana de Bous de Llíria, donde el alcalde de esta localidad, Joanma Miguel, ejerció como anfitrión y estuvo acompañado por representantes de la Generalitat valenciana y la Diputación de Valencia.
"Esta vasija es una joya, una pieza única en todo el Mediterráneo"
Según explican desde la directiva del Museu del Bou, que abrirá sus puertas en el remodelado edificio de la antigua Yucas el año que viene, fue una ceremonia "cargada de emotividad, sentimiento y pasión en la fusión de tauromaquia y cultura", organizado por la Unió de Asociacions Culturals Taurines Ciutat de Llíria. Su presidente, Rafa Fombuena, hizo de anfitrión y el periodista Carlos Bueno dirigió el acto, que sin lugar a dudas sitúa al Museu del Bou en un referente en la promoción, difusión y defensa de la cultura taurina.
¿Qué importancia histórica tiene esta vasija?
Esta incorporación supone un fichaje de postín para la colección que lucirá el Museu, que ya anunció hace unos meses la adquisición de todo el material del Museo Taurino de Jerez, ya que es una de las piezas "más reconocidas del arte ibérico por ser única y excepcional", tal como comenta la arqueóloga Helena Bonet, que fue comisaria de la exposición L'enigma del Vas. Obra mestra de l'art ibèric, que ofreció hace unos años el Museu de Prehistòria de València.
"Su calidad artística supera la de cualquier otra cerámica conocida del Mediterráneo occidental en cuanto a calidad artística indígena; es una joya, una pieza única en todo el Mediterráneo", sostiene el también experto Jaime Vives Ferrándiz.
