El primer concurso de vinos del Mediterráneo, organizado por la Federación de Asociaciones de Sumilleres de la Comunitat Valenciana (FASCV) y celebrado en el marco de la última edición de Alicante Gastronómica, reconoció a algo más de medio centenar de etiquetas procedentes de siete regiones vitivinícolas (Alicante, Utiel-Requena, Bullas, Jumilla, Yecla, Valencia y Castellón) tras una serie de catas ciegas en las que 24 expertos evaluaron las características de cerca de 150 caldos diferentes.
Tres preseas para Castellón
De las 53 medallas otorgadas en el certamen, 21 fueron de oro y tres tuvieron sello castellonense. Una de las bodegas premiadas a nivel provincial fue Barranco Magro, sita en Villahermosa, cuyo vino Barranco Magro 2017 fue condecorado con la máxima distinción posible dentro de la categoría Tintos con crianza más de 10 meses.
Fruto de este reconocimiento, el propietario de este establecimiento, el almazorense Gilberto Albella Serra, asistió a la entrega de preseas que tuvo lugar en el Palacio Provincial de la Diputación de Alicante y recibió la medalla de oro en un acto en el que hizo de anfitrión el presidente de la institución y también máximo responsable del PP de la Comunitat Valenciana, Carlos Mazón.
Las otras bodegas de Castellón que también se alzaron con las preseas de mayor rango del concurso fueron El Mollet, por su Roques Negres 2020 en la modalidad Blancos sin barrica; y Flors, por su caldo Blanc de Clotàs 2020, en este caso dentro de la categoría Blanco con barrica.
