La fiesta de Sant Antoni ha vuelto este sábado a la Todolella, en pleno mes de octubre, tras el obligado aplazamiento en enero por las restricciones, lo que ha permitido que centenares de vecinos de la localidad y poblaciones cercanas hayan asistido a la primera gran fiesta popular en Els Ports libre de grandes limitaciones.
«Las ganas de fiesta, de reencontrarnos vecinos y familias han brillado durante todo el fin de semana. Necesitábamos este festejo que significa un reinicio, levantarnos tras más de un año de sufrimiento y restricciones», sintetiza Víctor Milián, edil del consistorio y miembro de la organización de la festividad. La tradicional conmemoración invernal en Els Ports se ha tornado en el gran éxito cultural y festivo del otoño en la comarca.
Festejo de unión
La plaza de la Todolella ha quedado pequeña para asistir a los principales actos. «Ha venido gente de muchos pueblos, Sant Antoni es una fiesta que une y con las circunstancias de este año y medio más si cabe», destaca Milián.
"Necesitábamos este festejo que significa un reinicio, levantarnos tras más de un año de sufrimiento y restricciones"
La programación ha arrancado con la bendición y vuelta de los animales. Seguidamente, llegó la representación de la tradicional santantonà que hizo vibrar a los presentes. La particularidad en la Todolella es que el santo, tomado por las fuerzas de la tentación y el infierno es paseado por las calles, de forma ordenada, con pasos de danza que repiten los diables al son de les esquelles que porta el cabeza de grupo.
Finalmente, el patrón de los animales es introducido en la hoguera, a diferencia de lo que ocurre en otros lugares, hasta morir en la barraca de fuego. Los actos continuarán mañana, a las 13.00 horas, con la misa en honor al santo seguida de la singular subasta de cordero y trança de productos típicos de la zona.