Tras los clásicos almuerzos y el inicio del programa taurino, la Fira d’Onda viró este domingo hacia su vertiente más religiosa y los principales actos de la jornada se centraron sobre todo en rendir honores al patrón, el Santísimo Salvador, con la misa mayor por la mañana y la procesión a última hora de la tarde.
La iglesia de la Asunción acogió la eucaristía que demostró una vez más el fervor de los ondenses hacia su santo, en una ceremonia que contó con la participación de la archicofradía de los santos patronos de Alzira (Valencia).
Una devoción que también se palpó en el desfile religioso vespertino, dedicado a los tres patrones, el Salvador, la Esperanza y San Roque. El canto al unísono del himno en el Raval de Sant Josep coronó la procesión encabezada por la corporación municipal, al que un castillo de fuegos de la pirotecnia Martí puso la guinda.
Cultura y deporte
No obstante, no todo iba a ser religión en la jornada dominical, y la apertura de la oficina temporal de Correos en la Casa de la Cultura, el campeonato de bolos serranos o la actuación del Grup Folklòric d'Onda en el Teatro Mónaco demostraron la variedad de actividades que incluye la programación festiva.
Al margen de los actos, el primer sábado taurino dejó dos heridos --no por asta de toro-- durante la actuación del Miura que abrió la tarde, dos hermanos, que evolucionan favorablemente en el hospital. Uno sufre una rotura de cadera y tuvieron que ponerle puntos en la cabeza tras sufrir una brecha. Está ingresado en la Plana.
El otro, tras ser explorado inicialmente en la Plana, fue derivado al Hospital de la Fe, en València, debido a la mayor complejidad que presentaban sus lesiones. Padece fracturas en las costillas, dolencias en la pelvis y un colapso pulmonar (neumotórax).
