Último encierro de la Fira de Onda complicado y accidentado, protagonizado seis toros de Herederos de Hijos de Celestino Cuadri. Un total de 16 minutos y 58 segundos ha durado una carrera cortada desde el inicio, debido a que los astados se han caracterizado por la batalla entre ellos mismos, no solo antes de la salida sino también durante todo el recorrido.
El trayecto ha presentado un lleno absoluto, entre vecinos asomándose en las ventanas y balcones o subidos en los cadafals. No han podido disfrutar de un encierro, pese a la gran apuesta del Ayuntamiento por dotarlo con astados de una de las más prestigiosas ganaderías de España.
Unos astados con una gran presencia que se han frenado en diferentes partes del recorrido, por cuanto los cabestros de Germán Vidal no han logrado hacer una piña de los seis toros de Cuadri.
La concejala de Fiestas, María Prades, al finalizar la accidentada carrera, ha lamentado que la misma no se haya desarrollado como todo el mundo deseaba. "Lo más importante es hacer hincapié en que son animales y no son tan controlables, pero estoy contenta con el hierro, porque los animales son espectaculares", ha asegurado.
El último de los toros que entró al Raval protagonizó una cogida, en la que resultó herido por hasta de toro el corredor pamplonica Jokin Zuasti -un reconocido corredor de encierros que acumula medio siglo de participación en las citas de la capital Navarra- que, según confirmaron fuentes municipales, fue atendido en la enfermería del recito taurino y no precisó de traslado al hospital El hombre fue alcanzado por el morlaco cuando se refugió entre los barrotes de un cadafals, en su intento de lograr que el animal siguiera su recorrido.