Entre finales de julio y principios de agosto de este año, el propietario de unos burros que tiene una granja a dos kilómetros del área del Desert de les Palmes donde se estaba llevando a cabo este verano el controvertido proyecto antiincendios con asnos, recibió un escrito anónimo en el que le amenazaban con matar a sus animales si no les quitaba los cencerros.
Estos hechos, que fueron denunciados ante la Guardia Civil por el afectado en agosto, eran conocidos por los responsables de la iniciativa que estaba llevándose a cabo en el Desert --el ganadero y el director del parque-- y, de hecho, es una de las pruebas que fundamentarían sus sospechas de que pudo producirse un sabotaje.
A pesar de ello, no hubo notificación de ningún tipo a la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, razón por la cual la consellera, Mireia Mollà, ha decidido abrir expediente disciplinario a los dos funcionarios que debieron supervisar e informar de cualquier problema. Desde el 4 de agosto, día en que los burros de Juan Lebrián llegan al parque, hasta el 22 de septiembre, no hubo información oficial. Ya habían muerto ocho animales.
Vecinos de la zona
Del anónimo recibido por el ganadero --que no tiene nada que ver con el proyecto del Desert, simplemente tiene a sus animales en la zona-- se desprende que alguien, con toda probabilidad un residente habitual, no soportaba el ruido que producían los cencerros que llevan algunos de los asnos.
"Los burros molestan. Quita el o los cencerros o los burros morirán"
El suceso concordaría con el robo que sufrió el propietario de los équidos que sí participaban en la iniciativa de prevención de incendios del Desert. Según informó al diario Mediterráneo, no solo habían cortado el cercado eléctrico, también le habían robado varios cencerros.
Todos estos incidentes, según relató Mollà, están probados y no se cuestionan. El problema principal y más grave, es que no se comunicaron ni denunciaron oficialmente hasta que ya fue tarde. Mediterráneo ha tenido acceso al anónimo que amenazaba de muerte a los burros de un pastor de la zona.
Cronología de los hechos
Y es que la primera noticia que la consellera tuvo del proyecto fue de manera casual e indirecta. El 13 de octubre, una persona publicó un tuit con una foto en el que denunciaba la presencia en Cabanes de un burro en evidente estado de malnutrición, etiquetando a la Generalitat. El gabinete dirigido por Mollà pidió información al respecto y fue cuando supieron que había «una experiencia con burros en el parque natural», aunque el ejemplar encontrado, casualmente, no participaba en ella.
Al preguntar por los detalles de esa experiencia se enteraron de que los animales ya no estaban en el monte y para saber por qué, convocaron una reunión el día 15 con los dos cargos políticos conocedores y el director del parque.
A este último se le encargó un informe en el que detalló que habían muerto 10 animales, además de relatar los sucesos que han venido denunciándose estos días. A partir de esos datos es cuando se determina abrir un expediente informativo que vio la luz el martes.
La primera trabajadora de Conselleria en saber de las incidencias --el 22 de septiembre-- fue la Jefa del Servicio, quien lo ocultó al gabinete de Mollà. El 8 de octubre llegó la segunda comunicación, para la misma funcionaria y el director general. En ella, el director del parque indicaba que abortaban la experiencia tras la muerte de una decena de animales. Nadie informó a la consellera.
La repercusión mediática del fallido proyecto precipitó la intervención que ha llevado a la dimisión del director general de Medio Natural, Benjamín Pérez, y la apertura de expediente disciplinario a los dos funcionarios.
