Transcurridos dos meses del inicio de las obras de construcción de los espigones en el litoral de Almenara, se encuentran muy avanzadas. De hecho, la UTE integrada por Sociedad Anónima Trabajos y Contratas y Gimecons Construcciones y Contratas SL ha optado por acometer los trabajos de una vez, de manera que ya están posicionadas las piedras que delimitan las escolleras. Una situación que transmite confianza al vecindario de la playa Casablanca, que nunca ha visto un espigón en esta zona, por lo que consideran, teniendo en cuenta el avance de los trabajos, que permitirá frenar la intensidad del oleaje en los próximos episodios de temporales.
Rapidez
La rapidez con que la empresa adjudicataria ejecuta el proyecto se debe a que el objetivo es que toda la obra mayor esté lista para marzo, mes en el que se deberán parar las obras hasta septiembre, para respetar el periodo de anidación del chorlitejo.
Con posterioridad, acometerán las labores complementarias, una vez colocadas en su sitio las grandes rocas que deberán servir para detener la regresión del litoral en el extremo sur de la provincia. En estos momentos, la maquinaria pesada se dedica a alargar el muro de la Gola de la Llosa, que cuenta con dos escolleras y tendrá una longitud próxima a 200 metros, que están construyendo en curva con final en L para que, de esta manera, pueda frenar el alto oleaje de los temporales marítimos de viento de Levante.
Más fases
Una vez completada la intervención en este punto, procederán a acabar los cuatro espigones de la fachada del casco urbano de la playa Casablanca, cuya función no es otra que defender todo el tramo del paseo marítimo.
La alcaldesa, Estíbaliz Pérez, prefiere ser más cauta y, pese a reconocer que los trabajos están avanzados, asegura que «todavía queda mucho por ejecutar», comenta la primera edila.