El Ayuntamiento de Burriana culmina la mejora de la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) mediante la instalación de una nueva tolva de almacenamiento de fangos. Esta actualización tiene como objetivo reducir la emisión de olores que han sido objeto de numerosas quejas por parte de los vecinos de la Serratella.

Esta intervención forma parte de un proceso más amplio de renovación de la planta y a la que, en esta ocasión, se ha destinado una inversión de casi 132.000 euros financiados al 90% por la Entidad de Saneamiento de Aguas (EPSAR) de la Generalitat valenciana y el resto con aportación municipal.

MÁS EFICIENCIA / Las instalaciones, diseñadas para dar servicio a 80.000 habitantes, están algo obsoletas desde su ampliación en el año 2000, por lo que, según el concejal de Sostenibilidad Medioambiental, Bruno Arnandis, «es necesario ir renovándolas tanto para solventar las quejas de malos olores, como por cuestiones de emisiones y eficiencia en la gestión de los residuos». Según un cálculo estimado las mejoras progresivas de los equipos requerirán cerca de un millón de euros en total, un gasto que también sería muy beneficioso para ahorrar costes en las tasas de vertidos.

El edil incidió en que el nuevo depósito de almacenamiento mejora sustancialmente las características de la tolva sustituida, que contaba con más de 20 años de antigüedad, y presentaba «un elevado deterioro incrementado con el paso del tiempo hasta llegar a la formación de perforaciones imposibles de reparar». La actuación también comprende el cambio de los equipos de transporte de fango, igualmente degradados y muy complicados de arreglar.

La EDAR de Burriana recibe toda el agua residual generada en la población y litoral marítimo y depura el 100% de la que se vierte en el sistema de alcantarillado.