L’Alcora renuncia a comprar la antigua fábrica Sanchis. Lo hace «por responsabilidad», explica el alcalde, Samuel Falomir, porque «el inmueble tiene muchas deudas y podría generar, a la larga, un perjuicio económico al Ayuntamiento de tres millones de euros».

Aunque por ahora descarta hacerse con su propiedad, que se quedará en manos de la Sareb, el consistorio no da la adquisición de la parcela totalmente por perdida a largo plazo. «Una vez hayan podido anular todas las cargas fiscales que arrastra, estaríamos dispuestos a abrir una línea de diálogo para llegar a un acuerdo, aunque tienen que darse las condiciones óptimas para no afectar a la estabilidad presupuestaria municipal», apunta Falomir.

"No podemos ir a una operación que sabemos que puede acarrear a la larga graves problemas económicos para l'Alcora"

Samuel Falomir - Alcalde de l'Alcora

El alcalde reivindica que han estado «desde el primer día y hasta el último momento» intentando adquirir la parcela, ya que comprar la antigua fábrica era un objetivo del gobierno municipal. «Por dos motivos. Por un lado, por una cuestión de seguridad, para poder eliminar todo el fibrocemento, que constituye un peligro. Y por otro, para disponer del terreno necesario para poder construir allí el día de mañana una residencia para la tercera edad», afirma. 

Teniendo toda esta información, hubiera sido «muy irresponsable» comprarlo y «ver que de aquí a unos años pudiéramos tener una sorpresa y que un inmueble que ahora costaría 400.000 euros después suponga un millón o dos millones de euros más», indica el alcalde. «El interés general manda y no podemos ir a una operación que sabemos que puede acarrear a la larga problemas económicos graves», insiste.

Cronología: los pasos que ha dado hasta ahora el Ayuntamiento

  • Al inicio de la legislatura se pidieron 3 presupuestos a aparejadores para la redacción de un proyecto de eliminación de todo el fibrocemento. A finales de 2019 se adjudicó dicho proyecto. Los trabajos de eliminación del fibrocemento se cuantificaron en alrededor de 470.000 euros.
  • Una vez se tuvo el proyecto, el Ayuntamiento se puso en contacto con la empresa propietaria del inmueble, que había entrado en quiebra. El responsable directo era un administrador concursal nombrado por el juzgado.
  • El 23 de octubre de 2020, el aparejador municipal hizo un informe de valoración del inmueble, valorándolo en 416.000 euros.
  • El 26 de octubre de 2020, el Ayuntamiento hizo una oferta económica de 341.000 euros (416.000 - 70.000 euros que la empresa debía al Ayuntamiento por impagos del IBI) para poder adquirir los terrenos. El administrador concursal no aceptó la oferta.
  • El 22 de diciembre de 2020 salió a subasta el inmueble. El Ayuntamiento participó en la subasta con el mismo importe que había ofertado (341.000 euros). Subasta que, finalmente, ganó la Sareb.
  • La Sareb ofreció al Ayuntamiento ceder el remate de la subasta por el mismo precio que la sociedad había ganado la subasta (400.000 €).
  • El Ayuntamiento comenzó a estudiar la oferta por considerar el precio razonable.
  • El pleno aprobó este verano por unanimidad una partida presupuestaria de 400.000 € para poder hacer frente a la compra.
  • Cuando se inició el procedimiento para hacer la compra se empezó a ver una serie de problemas que hasta la fecha el consistorio desconocía. El principal es que el inmueble tiene un embargo de 3 millones de euros.
  • Al no poder eliminar todas las cargas del inmueble antes de comprarlo, el Ayuntamiento ha decidido finalmente no adquirirlo.