Burriana contará en el 2022 con un presupuesto de 36.827.125 euros pese a la congelación de todas las tasas y tributos municipales. Las nuevas cuentas priorizan la ejecución de la primera fase del parque del Arenal o la construcción de la pasarela del Clot, dos inversiones ambiciosas que suman un montante de 1,35 millones de euros.

La alcaldesa, Maria Josep Safont, la edila de Hacienda, Cristina Rius, y el tercer teniente de alcalde, Vicent Granel, desgranaron algunos puntos de la hoja de ruta de la que destacaron su carácter «inversor y social» y en la que mantienen la línea de trabajo de los últimos años de centrarse en las necesidades de «todos los vecinos». 

Así, el equipo de gobierno ya ha entregado el documento con la propuesta a los grupos de la oposición para que puedan estudiar los datos preliminares y, de este modo, ser aprobado en el pleno ordinario del 9 de diciembre. Tanto Rius como Granel incidieron en que este presupuesto simboliza el retorno a la normalidad tras la crisis sanitaria, «pero no debemos olvidar que seguimos inmersos en ella y por eso queremos estar cerca de los más desfavorecidos». 

El próximo año significará el definitivo empuje para la estrategia Edusi del municipio ya que, además de la culminación del nuevo edificio de Servicios Sociales, también está prevista la rehabilitación del CMC La Mercé con 500.000 euros y otras seis actuaciones en cuestiones eficiencia energética o nuevas tecnologías. Con esta relación de inversiones, el consistorio acabará el ejercicio con cerca del 85% de planes licitados con las subvenciones Feder.

Remanentes

Por otro lado, los ediles garantizaron que la cifra de inversiones, que suma un total de 7,8 millones, se «incrementará con remanentes cuando se liquide el presupuesto del presente ejercicio». Servirán para impulsar cuatro proyectos: la remodelación íntegra del Mercat Municipal con una imagen más moderna y unificada, rehabilitar la casa de peones camineros de la calle Vila-real para destinarla a locales sociales, una partida para expropiar los terrenos y posteriormente construir los viales que conectan la avenida del transporte con la CV-18 y los dos tramos que faltan de Cañada Blanch, entre la carretera del puerto y el camino la Pedrera.