El Ayuntamiento de Betxí ha hecho oficial la compra de la Balsa Seca, un estanque romano de casi 2.000 años de antigüedad y unos 3.000 metros cuadrados cerca de la Muntanyeta de Sant Antoni. Tras llegar a un acuerdo con los propietarios y por unanimidad en el pleno municipal, la corporación municipal ha adquirido la balsa por 20.600 euros.
El consistorio, tras la adquisición, declarará este monumento como bien de relevancia local para garantizar su protección y posteriormente se iniciarán los trámites para intentar que sea considerado Bien de Interés Cultural (BIC)
El depósito se encargaba en su momento de embalsar el agua proveniente del río Millars y del Ríu Sec para distribuirla en un poblado que supuestamente había a las faldas de la Muntanyeta de Sant Antoni.
El alcalde de la localidad, Alfred Remolar, ha destacado que “era una reivindicación histórica que ha sido posible gracias al diálogo y el consenso”. Además, el primer edil de este municipio de Castellón también ha señalado que “se pretende que en un futuro sea declarado Bien de Interés Cultural y así crear un espacio de ocio en plena naturaleza”.
La balsa está situada cerca de Sant Antoni y del itinerario ciclista que se ha creado recientemente en el Camí de les Vinyes.
